La comunidad abraza al Hospital de Niños de La Plata en su hora más difícil

Cientos de Médicos nucleados en la Asociación Profesionales de la Salud, apoyados por CICOP y ATE protagonizaron una emotiva jornada en defensa del hospital Sor María Ludovica de La Plata.

Enfermeros, camilleros, ambulancias, administrativos y personal de maestranza se congregaron junto a pacientes y sus familiares para acompañar a los médicos en lo que fue un multitudinario abrazo simbólico al Sor María Ludovica

El doctor Ariel Longuinho, presidente de la seccional de CICOP del Hospital de Niños e integrante de la Asociación de Profesionales del Hospital de Niños expresó: «fue una jornada productiva con la participación de muchos de los profesionales y no profesionales del hospital. El reclamo básico está dado por temáticas que atraviesan además a todos los hospitales públicos de la provincia, básicamente falta de insumos, infraestructura y nombramientos. En los hospitales se están cerrando salas por falta de enfermería. Hay una reducción considerable de camas y eso teniendo en cuenta que debemos afrontar ahora todo lo que es la época de la bronquiolitis, por lo cual se va a ver dramáticamente disminuida nuestra capacidad de respuesta a las demandas de los pacientes».

La provincia de Buenos Aires adeuda meses de salario a los médicos que refuerzan la guardia y cubren a un profesional cuando se enferma. Por el destrato salarial, las pésimas condiciones y situaciones de violencia los profesionales buscan alternativas en el sector privado agudizando la crisis de personal que brinda servicios a los sectores mas vulnerables de la población que no tienen acceso a una cobertura de salud de calidad.

Los sectores mas críticos son neonatología, terapia intensiva y salas de terapia intermedia, y también el cierre de la Sala 5 de Enfermedades Infecciosas. Según estadísticas que manejan los profesionales de la salud, en 2011 el censo hospitalario reportó que había 320 camas, mientras que en octubre de 2015 había 275 y en febrero de 2016 solo había 252 camas.

«En estos momentos no podemos hacer resonancias en menores de un año por la falta de un monitor que controla al paciente anestesiado. Con lo que costó conseguir un resonador falta un aparato que sale un millón y medio de pesos. Los pacientes se solidarizaron, participaron del abrazo y nos apoyan porque entienden que nuestra pelea es para poder brindar un mejor servicio», finalizó Longuinho.

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