Argentina se encuentra en inminente riesgo sanitario
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), es el único organismo con aval nacional e internacional que puede garantizar la calidad de los alimentos, desde el campo a la mesa, resguardando la salud de la población y el estatus sanitario que certifica la calidad de las exportaciones.
Además, su rol de fiscalizador y control, es esencial para el mercado internacional, dado que es el Estado Argentino, el que se responsabiliza por la calidad de cada producto.
Por ello, lxs trabajadorxs de ATE -SENASA entendemos que sin SENASA en Argentina no hay alimentos seguros dado que, entre otras cosas, el organismo se encarga de diagnosticar enfermedades de interés en Salud Pública, transferibles a la población como triquinosis, rabia, influenza, tuberculosis, brucelosis, leptospirosis, salmonelosis, entre otras.
A su vez, SENASA elabora reactivos, vacunas y antígenos de referencia para abastecer a la región y controla las vacunas de animales de compañía y de consumo.
El control sanitario de los alimentos es una función indelegable del Estado Nacional.
Por eso, es necesario advertir las situaciones de riesgo que se están generando de la mano del vaciamiento que está sufriendo el Servicio y de las políticas implementadas por este gobierno: las severas medidas de ajuste, la reducción de presupuesto y la tercerización de funciones indelegables del Estado a manos de privados, el retiro del Estado de funciones de control, el despido de trabajadorxs, generan un verdadero peligro para la salud pública.
Para ello es necesario hacer una primera salvedad: cuando hablamos de despidos, hablamos de vaciamiento del Estado, en este caso en particular, ausencia del Estado para cumplir las funciones de fiscalización y control de los alimentos de todxs lxs argentinxs.
Paralelamente, para poder llevar a cabo este plan, el gobierno oculta lo que hacemos: SENASA regula los alimentos, se ocupa de que las enfermedades que aparecen muchas veces en los animales, no lleguen a los platos de comida que los argentinos ponen en su mesa.
No hace mucho tiempo atrás, en diciembre más exactamente, esta gestión decidió despedir 130 trabajadores de todo el país, dejando por citar un ejemplo, librada al azar la barrera interna sanitaria de Entre Ríos, lo que permitió que muy poco tiempo después apareciera Huanglongbing (HLB o Dragón amarillo), un agente infeccioso que ataca a los árboles y hace que produzcan fruta amarga y con anomalías en su tamaño y forma.
La política de vaciamiento de SENASA permitió la flexibilización de programas esenciales para el control de enfermedades y plagas. Como consecuencia de esos despidos SENASA, se vieron levantadas las barreras de Villa Olivari y Yapeyú (Corrientes) de San Jaime de la Frontera (Entre Ríos) y de 7 de Abril (Tcumán), entre otras.
Ya en ese momento, lxs funcionarixs desplegaron su estrategia: la intensión de tener un organismo que delegue las funciones de control y fiscalización en los privados, convirtiendo al Estado en un mero auditor de tales funciones.
Es por eso, que hace algunos meses la gestión del Organismo decidió implementar la figura del Director Técnico, pagado por la empresa a controlar, que se plasma en la resolución 592/2015, imponiendo la “obligatoriedad de contar con un director técnico. Todos los establecimientos habilitados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y aquellas personas físicas o jurídicas que elaboren, distribuyan, comercialicen o almacenen productos respecto de los cuales el SENASA resulte competente, deben contar a partir del 1 de enero de 2017, con un director técnico, asesor técnico, responsable técnico o profesional con otra denominación similar, que se encuentre inscripto en el registro único nacional de directores técnicos agroalimentarios de este servicio nacional”.
Tal como lo dijimos más arriba, el Director Técnico (DT), es un veterinarix pagado por la misma empresa que debería ser controlada, y que por tanto, es de suponer, que ante un momento de tensión y de pérdida de la empresa, es a ésta a la que va a responder y no al Estado responsable y garante de la salud de la población.
A esta situación se suma la intensión manifiesta en varias reuniones de retirar el personal de inspección veterinaria del área de fiscalización (Frigoríficos), informatizando el sistema e implementando esta última figura de DT, como auditor de los controles que debería hacer el Estado, y dejando no solamente a miles de trabajadores sin funciones, sino también a la población expuesta a un control alimentario discrecional de las mismas empresas que deberían ser controladas.
La situación del campo no es mucho mejor. En los últimos meses también, el Organismo tomó la decisión de dejar de pagar los alquileres de las oficinas de campo, y “recomendó” a sus trabajadores que mendiguen un lugar en las Cámaras Empresarias, como la Sociedad Rural, por citar un ejemplo, condicionando los controles una vez más y dejando expuestos a lxs trabajadorxs.
Esta privatización del servicio se completa, con la decisión de Agroindustria de prescindir de 380 trabajadores aproximadamente, que en las próximas horas estarían recibiendo su rescisión contractual.
Por tale motivos, los trabajadores del ATE – SENASA estamos en contra del vaciamiento del organismo, y la pérdida de funciones del mismo, que ocasionaría un gran riesgo sanitario para la población argentina, y tal sentido instamos a todos los trabajadores y organizaciones que defienden la salud a sumarse a nuestra lucha.
Fuente: Prensa ATE-SENASA