El genocida Carlos Blaquier murió en impunidad
La secretaria de Derechos Humanos de la CTAA bonaerense expresó su decepción por la muerte en impunidad del genocida, dueño del poderoso ingenio Ledesma que colaboró con la última dictadura y fue acusado por la desaparición de personas. Las dilaciones de la justicia lo beneficiaron hasta sus últimos días.
Carlos Pedro Blaquier estuvo en el banquillo de los acusados por la desaparición de obreros del Ingenio y del médico Luis Arédez, pero artilugios judiciales lograron que viviera en libertad hasta su muerte.La empresa Ledesma, en la provincia de Jujuy, se utilizó para alojar personas detenidas y secuestradas por la última dictadura.
Entre el 20 y el 27 de julio de 1976, sucedió la llamada “Noche del apagón” en las localidades de Libertador General San Martín y Calilegua. Allí las patotas de la dictadura actuaron a oscuras durante todas esas noches, recorrieron casa por casa, y secuestraron a cientos de personas. Los traslados de las víctimas fueron realizados en vehículos de la empresa.
Desde la secretaria de DD. HH de la CTAA bonaerense sostuvieron que “Que haya muerto en libertad demuestra cómo hay sectores de la justicia que colaboraron para que este genocida no vaya preso. También es un ejemplo de la manera en que actuaron muchos empresarios junto con la dictadura. La responsabilidad empresarial tiene que ser juzgada. La dictadura atacó principalmente a la clase trabajadora, y muchos grandes empresarios fueron parte.”
“Hay una suerte de impunidad biológica. Corremos contra el tiempo en busca de justicia y muchas veces, como esta, nos encontramos con un sistema que intenta resguardar a los poderosos. Ledesma es una de las empresas más grandes del país. Para tener una verdadera democracia necesitamos una profunda reforma judicial. Hay sectores de la justicia que colaboraron con la dictadura y que hoy siguen protegiendo a genocidas” afirmaron.