Destruir la cadena de valor del cuero no es justo
El S.E.C.E.I.C. conjuntamente con la F.A.T.I.C.A., organizaciones sindicales hermanas y las cámaras empresariales integrantes de la cadena de valor del cuero rechazan los anuncios efectuados por el Ministerio de Economía de la Nación que apuntan a liberar la exportación de Cueros Crudos. Esta medida producirá la destrucción de la cadena de valor del cuero y como consecuencia la pérdida de miles de fuentes de trabajo.
A continuación compartimos el comunicado del S.E.C.E.I.C.:
El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Economía prometió eliminar el régimen que desalienta la exportación de materia prima cuero salado que permitió el desarrollo sostenido de la cadena de valor del cuero y sus manufacturas, a través de la derogación de la Resolución N° 537/92.
Se busca facilitarles el negocio a los actuales exportadores de cueros vacunos salados algunos de ellos (la minoría) establecimientos de faena bovina, el resto solo oficinas comerciales que están detrás del negocio de turno, permitiéndoles poder comercializar directamente al exterior las piezas, sin necesidad de que pasen por una curtiembre para su industrialización.
La promesa fue realizada por el Ministerio de Economía durante el anuncio del Programa Precios Justos, sin considerar el impacto secundario que describimos. Aparece así una condición extrema para fijar el precio de algunos cortes de carne vacuna. El asado no tiene que ver con el precio del cuero. El cuero solo representa el 1,7% del precio del ganado.
Esta medida va en contra del principio de agregado de valor por parte de la industria nacional y es un viejo reclamo de la industria frigorífica orientado a reprimarizar la economía, volviendo a los tiempos de la colonia.
Los argumentos que, medidas como estas lograrán que los consumidores argentinos accedan a la carne vacuna a menor precio es sencillamente una mentira. Solo basta repasar las progresivas concesiones que le otorgaron los gobiernos de turno al sector agroexportador mas concentrado:
En la década de 1970, la exportación de cueros crudos no industrializados llegó a estar prohibida en Argentina, como medida de protección a la industria nacional. En 1992, y por decreto, se habilitó la comercialización al exterior de cueros salados con un arancel del 15%. A fines de 2015 las retenciones fueron reducidas al 10%. EN junio de 2020 y hasta el 31 de diciembre de ese año, fundamentado en la Pandemia de COVID 19 y la excepcionalidad del comercio mundial, el Gobierno Nacional autorizó la exportación de cueros salados.
Algunas de estas medidas redundaron en un descenso del costo de la carne para los consumidores? La respuesta es evidente, NO.
El costo social económico de la puesta en vigencia de estas medidas, si es evidente:
-La desaparición de una industria centenaria, típica del país, la curtiembre, que ha llegado a exportar 1000 millones de dólares.
-La destrucción de la cadena de valor cuero y sus manufacturas, que ha llegado a producir el año pasado 100 millones de pares de zapatos y millones de unidades de artículos de marroquinería, talabartería y manufacturas de cueros.
«Los países civilizados no exportan materia prima, sin antes transformarla localmente, de lo contrario estarían creando ocupación en el país comprador y desocupación en el país exportador. No exportemos cuero, exportemos zapatos». Esto decía Manuel Belgrano, en 1796, es increíble que deba ser recordado a quienes nos gobiernan mas de doscientos años después, cuando esta cadena de valor fue creciendo exponencialmente en las fuentes de trabajo generadas.
Cincuenta mil puestos de trabajo no pueden perderse por ir en búsqueda de una incomprobable e irrisoria disminución del precio de la carne. Sin trabajo, sin ingresos, nadie concurre al supermercado.
Solicitamos del Ministerio de Economía de la Nación, que las medidas anunciadas no sean puestas en vigencia, las consecuencias de hacerlo serán irreparables.