“Che Pibe” festeja 35 años de vida
Las actividades comenzaron el 19 de este mes y terminarán el próximo 2 de diciembre. Ocho jornadas con Torneos de fútbol, bicicleteada, verdurazo, taller de alimentación, murales, y festival artístico, entre muchas otras.
Desde 1987 “Che Pibe” brinda contención y lucha contra las situaciones de pobreza y vulneración que sufre la niñez. Se encuentra en Villa Fiorito, en la localidad de Lomas de Zamora. Los festejos de aniversario los realizan cada cinco años. “Las actividades tienen que ver con los derechos de la niñez y la juventud, con la posibilidad de recuperar lo comunitario, y está atravesado fundamentalmente por la cuestión de la cultura como herramienta de transformación política y social” sostuvo Sergio Val, unos de sus fundadores, y agregó “Estas celebraciones que hacemos cada cinco años rondan el juego, el deporte, la alegría, la alimentación, el hábitat, lo comunitario, la cultura”.
“Che Pibe arranca en 1987, después de un congreso sobre violencia, locura y pobreza. Yo estudiaba abogacía. Habíamos armado una biblioteca en la cárcel de Devoto. No queríamos que los pibes terminen en la calle o en la cárcel. Conocimos a Alberto Morlaquetti y los Chicos del Pueblo, decidimos armar en Fiorito y creamos una asociación. En el 97 ingresamos a la CTA, y junto al Movimiento Chicos del Pueblo, empezamos a marchar por el país denunciando la situación de la niñez. Así fue creciendo Che Pibe, con un colectivito que nos hizo recorrer el país” recordó Val.
Desde entonces, el trabajo en la búsqueda por dar las respuestas que el Estado no brinda es continúo. “Si se nos mueren 11 pibes por día de hambre, y millones sobreviven en condiciones paupérrimas, todo lo demás es una gran mentira. Por eso decimos que se puede ver la intensidad de una sociedad con la forma en que atiende a sus niños” aseguró el dirigente.
“En 35 años la niñez está peor. La pobreza se traduce en una sociedad más vulnerable y vulnerada. Hoy estamos militando volver a la tierra, volver a la pacha, que es volver al equilibrio que aprendimos de nuestros pueblos originarios.” Concluyó.
