La CTA-A bonaerense debatió sobre la organización social y las políticas de cuidado

Se llevó a cabo el pasado viernes 16 el conversatorio sobre Organización Social y Políticas de Cuidado, en el cual se abordaron las problemáticas que el sistema patriarcal genera en la sociedad a la hora del reparto de tareas de cuidado, haciendo sobre todo mas dificultoso el desarrollo para las mujeres en materia laboral y sindical.

En la apertura del mismo la secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA Autónoma bonaerense, Alicia Meynard, indicó que «el tema que nos compete es muy importante para poder debatir, porque tiene que ver con la organización política sobre el tema de cuidados, con todo lo que este tema genera y debemos abordar para encontrar puntos de salida para generar una sociedad mas igualitaria en materia de derechos». Y agradeció a «la participación de las compañeras y compañeros, para poder entender las políticas de cuidado desde nuestra perspectiva. Es muy importante la participación en esta jornada de formación».

En ese sentido una de las expositoras, Marcela González, colaboradora externa de ACTRAV/OIT, aseguró que «es muy importante para nosotras participar en instancias de intercambio donde se ponga arriba de la mesa el tema de los cuidados en todas sus facetas, con la relevancia que esto tiene justamente para la organización social y sindical de nuestro país».

«Cuando hablamos de los cuidados al menos tenemos que pensar en las personas que son cuidadas, las personas que cuidan sin tener remuneración, el amor de los cuidados, y además tenemos los y las trabajadoras de los cuidados, donde también hay trabajo remunerado y no remunerado», explicó González. Y dividió la situación en tres áreas: «los que son cuidados; los que cuidan (remunerada y no remuneradamente); y el cuidado que se hace como forma de amor, que es lo que genera estas problemáticas a la hora de discutir los cuidados».

Asimismo remarcó que «el cuidado es un tema de organización social, de desarrollo, que va mas allá de la igualdad de género. Las mujeres dedicamos muchas mas horas de trabajo al trabajo no remunerado en comparación con los hombres». Y apuntó que «hay que dejar de responsabilizar a los individuos por sus cuidados y hay que pensar en estrategias globales. Para esto se debe reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados no remunerado, también recompensarlo y representar debidamente a las y los trabajadores del cuidado».

Por su parte, la otra expositora Jimena Frankel, Investigadora del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, habló sobre la organización social y las políticas de cuidado, y aseguró que «el tiempo y los salarios que tienen les trabajadores es cada vez mas escaso. La forma en la cual se distribuye el tiempo de cuidado no es equitativa».

«El trabajo se divide entre el tiempo productivo y las tareas reproductivas, el primero asignado a la esfera pública, el lugar de trabajo por ejemplo, y el otro a la esfera privada, los hogares. En ambos casos opera un sesgo de género binario hétero-cis-sexista, sobre el que se monta la familia nuclear como forma de organización social, que impone determinantes materiales en el mercado de fuerza de trabajo y en los hogares, como también determinantes subjetivos», señaló Frankel. Y remarcó que «las mujeres insertas en el mercado de trabajo no solamente cargan con el desgaste que implica el trabajo, sino que además tienen que cargar con la doble jornada de las tareas domésticas de sus hogares. Las trabajadoras de casas particulares son las que tienen el salario mas bajo de la Argentina, eso sumado a que su trabajo doméstico se ve duplicado, en su lugar de trabajo y en sus hogares». Y aseguró que «resulta mas dificultosa la participación de espacios sindicales».

Respecto a las posibilidades de acceso al trabajo y las remuneraciones recibidas por estos, Frankel apuntó que «las mujeres mas jóvenes se encuentran en peor situación, que los varones de la misma edad, e incluso que las mujeres de mayor edad. Las mujeres siempre están por debajo del nivel salarial, esto se debe a que siempre son empleadas en menor cantidad de horas que los hombres, sumado a que las mujeres nos hacemos mas cargo de las tareas domésticas, lo que implica menos tiempo para tener la posibilidad de poder asumir cargos de mayor jerarquía».

Frankel acercó algunas de las estrategias que se vienen desarrollando por distintas organizaciones sindicales para poder abordar estas desigualdades en los tiempos de cuidado: «mediante las licencias por hijes, extensión de las licencias por maternidad, reconocer este derecho para todos los cuerpos gestantes. Así como también la ampliación de las licencias por paternidad. Una de las ideas que se nos ocurre es que quizás se puede tomar la licencia en dos momentos, el primero es el tiempo de recuperación de la persona gestante, y la otra parte tiene que ver con el cuidado del niñe, sea quien sea que les padres deseen. Esto permitiría proteger a quien cuida, y ampliar estos espectros de cuidado».

Asmimismo desde la FeNaT provincia de Buenos Aires plantearon «la necesidad de incrementar los espacios de cuidados de niñxs, adultos mayores y personas con discapacidad en los territorios, con espacios estatales y fortalecimiento de los espacios comunitarios. Por otro lado comenzar a pensar como sería un régimen de licencias para trabajadores y trabajadoras de la economía popular».

Por su parte, Marisa Herrera, referente provincial de Acompañantes Terapéuticos, planteó la necesidad de preguntarnos «quién cuida al profesional que trabaja de cuidar a las personas. Los acompañantes terapéuticos nos encontramos en precarización laboral total, estamos obligados a pagar para poder trabajar bajo la figura de monotributista». Y aseguró que «esto es consecuencia de la falta de regulación de nuestra figura en el nomenclador nacional de prestaciones básicas de discapacidad, la falta de reconocimiento desde la ANDis, y la falta de una Ley Nacional. Esto nos afecta a nosotros y a la población que acompañamos. Creemos de manera necesaria y urgente construir una organización gremial en la que podamos confluir para luchar por cada derecho que hasta hoy se nos ha negado».

Por último Rosa Lunda, referente de la Agrupación de Cuidadores Especializados Polivarentes Domiciliarios, aseguró que «los cuidadores domiciliarios y acompañantes terapéuticos estamos trabajando por el proyecto de ley de cuidadores». Y denunció que «hay una tercerización, porque estamos todos trabajando en domicilios, con grandes problemas de obras sociales, y para cobrar nuestros salarios».

«Una estrategia sería separar a los compañeros del marco de amas de casa, y pasarlos al sistema de salud, porque están capacitados. Además sería una opción mas de salida laboral para los compañeros que se capacitan, sería una opción mas de trabajo», remarcó Lunda.

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