Un feminismo de clase que crece en el seno de la Central

Se trata de la Agrupación Feminismos en Marcha (FEM), que fue fundada en la sede de la CTAA Provincia de Buenos Aires en diciembre de 2019 y plantea la construcción de un feminismo popular y de clase, enmarcado en la Marcha Mundial de Mujeres. El último 24 de mayo llevaron adelante la 1er Ronda de Mujeres Trabajadoras bajo la convocatoria: “Memorias y Herencias de una Revolución”. En este 3 de junio, nuevo aniversario del #NiUnaMenos, cobra más relevancia rescatar la historia de las luchas del movimiento feminista.

Tras la convocatoria de FEM, cerca de 100 compañeras de todo el país “rondearon” en torno a la reflexión de los protagonismos de las mujeres en la historia. El 25 de mayo fue la excusa para hablar de las Revoluciones. Las mujeres saben de revoluciones aunque su rol no ha sido debidamente revindicado. Porque las mujeres, además de luchar contra la esclavitud y las dominaciones políticas y económicas, han sabido luchar contra todo tipo de violencias, incluso la de la invisibilización de su protagonismo en las grandes gestas. “Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer” se supo decir, para hablar de amantes y esposas que eran los lugares a los que se relegaban a las mujeres en la historia salvo honrosas excepciones.

En la convocatoria a la primer Ronda de Mujeres trabajadoras, se preguntó a las compañeras sobre cuáles eran sus referencias revolucionarias, y las compañeras nominaron a: Juana Azurduy; María Remedios del Valle; Alicia Moreau de Justo; Marie Curie; Julieta LanteriSimone de Beauvoir; Eva Duarte; Clelia Iscaro; Irma Otra; Nora Cortiñas; Hilda Guerrero de Molina; Martina Céspedes; Estela de Carlotto; Celia Sánchez; Cristina Fernández de Kirchner; Frida Kalho, entre otras, incluso nominaron a nuestras queridas Alicia Meynard, Florencia Morelli y Sandra Romo; así como a “mis compañeras”, comprendiendo que el colectivo de mujeres organizadas en la central sindical es un colectivo revolucionario.

También se invitó a reflexionar sobre el título de la Actividad: “Memorias y Herencias de una revolución por la Libertad”. Y las compañeras señalaron que la ronda las remitía a la fuerza, la lucha, la libertad de las mujeres, la justicia, el saber colectivo, a las Rondas de las Madres de Plaza de Mayo, al compromiso; a la historia; al respeto, valor, potencia; a las ancestras; a una lucha de mucho tiempo que hay que visibilizar, a los legados, a las “esencias”, a los recuerdos y a los futuros, a la conciencia, a unir y sanar, “siempre al frente”.

Partiendo de esas ideas colectivas, la ronda de mujeres fue un espacio sanador, en el que se circuló la palabra, la diversidad, el respeto a las trayectorias y a las nuevas generaciones.

Alicia Meynard, Secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA-A Bonaerense, señaló que «vivimos una experiencia maravillosa el poder debatir con nuestras compañeras y compañeres todos los temas que tienen que ver con nuestras prácticas cotidianas como trabajadoras, en el marco de los feminismos. Aplaudo esta experiencia en rondas, y abogo para que sigamos generando este tipo de iniciativas en función de la construcción de los feminismos en marcha».

Por su parte Mercedes Cabezas, Secretaria de Organización de ATE Nacional contó que “en esta primera ronda nos porpusimos avanzar en un debate transversal y horizontal sobre la problemática de las mujeres trabajadoras, fundamentalmente en los ámbitos de trabajo, pero también teniendo en cuenta que para nuestra CTA hay trabajadoras ocupadas y desocupadas, y también ponemos en discusión la participación de las mujeres en la economía”.

Al respecto, indicó que “desde Feminismos en Marcha planteamos una economía feminista y desde ese lugar planteamos la participación no sólo en el PBI, sino en la economía global. Queremos avanzar en discutir la economía machista, patriarcal y misógina, desde la avanzada de pensar como bien lo hace la Marcha Mundial de Mujeres para abordar las problemáticas de las mujeres y diversidades desde otro lugar, y nos centramos en algunos ejes que tienen que ver con la defensa del salario entendiendo que es importante el reconocimiento de algunas prácticas, la defensa y la igualdad en el acceso a los bienes comunes”.

Sobre Feminismos en Marcha

El 23 de diciembre del 2019, se fundó con un documento inicial firmado por más de 100 mujeres referentes y dirigentes del campo popular, la agrupación Feminismos en Marcha. “Comprendimos que el feminismo, como movimiento amplio y revolucionario, es también un espacio de disputa, en el que existen diversos feminismos, inscritos en distintas corrientes de pensamiento y acción. En el reconocimiento de esta diversidad, como mujeres trabajadoras organizadas en una Central Sindical, comenzamos a transitar por esta experiencia enmarcada en la Marcha Mundial de Mujeres” señalaron desde FEM.

En este 2021, las mujeres compartieron un nuevo documento de trabajo, en el que indican:

“Estamos atravesando un momento histórico de grandes cambios que impactan en la matriz económica, política y por tanto organizacional de nuestra sociedad- mundo.

Distintos movimientos han sido protagonistas de grandes gestas para las conquistas de derechos, entres las corrientes de trabajadores, por soberanía, ambiente, derechos de pueblos originarios, de diversidad sexual, de géneros, y por supuesto que el movimiento feminista ha estado en el centro de las luchas por la igualdad que han impactado fuertemente en la hegemonía del capitalismo colonial, racista y patriarcal.

Todos estos movimientos han tenido iniciativa propia, pero fundamentalmente han crecido al calor de las luchas por la resistencia contra un modelo de opresión y muerte.

Necesitamos construir nuevas sociedades por convicción, pero hoy también por necesidad de sobrevivencia de la especie como consecuencia de este capitalismo depredador. Con la Pandemia por Covid19 se evidencia como nunca antes la precariedad de los sistemas de salud en nuestros países y la desprotección de las poblaciones, presas de este sistema desigual e injusto.

En este contexto, como mujeres sindicalistas, reafirmamos nuestra pertenencia a la clase trabajadora, y nos organizamos para combatir este capitalismo patriarcal y propuestas de vida sustentables, universales, respetuosas del ambiente, reivindicando nuestras mejores tradiciones, y en la búsqueda de nuevas síntesis que nos permitan caminar hacia ese mundo posible y necesario.

Desde esta perspectiva, en diálogo interseccional, también entendemos que el mismo sistema – dañino y perverso- pretende confundirnos en las prioridades, hacernos claudicar en la luchas estratégicas, ya que podemos conformarnos con denunciar al varón que tenemos al lado, pero no avanzar contra la matriz desigual e injusta que lo alimenta.

Nuestro feminismo de clase es revolucionario. No seguimos los lineamientos o la agenda que pretenden imponernos desde el feminismo hegemónico, patrocinado por empresas que explotan trabajadores en todo el mundo. Queremos terminar con todas las formas de violencia. Solo en una ética diferente, podremos construir nuevas formas de hacer política y dar las luchas por las transformaciones de fondo. Es una obligación histórica, vital y necesaria.

Por esto, convocamos a todas las compañeras del país, que compartan esta mirada, a construir juntas un espacio de encuentro, debate, reflexión y construcción de nuestra propia agenda feminista, fuera de las imposiciones del sistema dominante. Proponemos organizarnos por:

1-      Disputa por el Salario

2-      Agenda de cuidados. Políticas para jerarquizar el trabajo de cuidados y su distribución equitativa. Políticas de corresponsabilidad. Nueva ética de los cuidados. Economía del cuidado y sistema productivo.

3-      Erradicación de todas las formas de violencias.  Desde nuevos paradigmas como el de la justicia restaurativa.

4-      Acceso a Bienes Comunes y Servicios Públicos.

Es momento de creatividad. De inventar nuevas formas, nuevos caminos, nuevas instituciones. Confiamos en la inteligencia colectiva, en la capacidad de creación colectiva. Es momento de debate, reflexión, de encontrarnos en nuevas dinámicas, como reuniones de autoformación, Rondas de Trabajadoras, y todo espacio que consideremos.

Es momento de trabajar por lo que queremos que suceda, de construir nuestra corriente de pensamiento dentro del feminismo, con la mística de la marcha que caracteriza al movimiento obrero, como feministas de la clase trabajadora”.

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