Para nosotros, el trabajo autogestivo es una nueva forma de trabajo, una nueva realidad en el marco de las búsquedas constantes de preservar el trabajo. Creo que los trabajadores lo visualizamos como una nueva herramienta de lucha de la clase. Nos parece que, a partir del ejemplo de otros compañeros que vienen peleando con anterioridad a la UST, y ante el abandono permanente de los patrones y las estafas a las que veníamos siendo sometidos, decidimos que si los patrones se van, debemos ser capaces de ocupar, resistir y seguir haciendo producir los emprendimientos.
-¿Qué implicancias tiene este modelo tanto para quienes quedaron sin empleo como para los jóvenes, para quienes es cada vez más difícil acceder al trabajo?
Yo creo que la democracia está en deuda con todos por no haber dado respuesta en todos estos años, pero fundamentalmente está en deuda con la clase trabajadora. Nosotros realmente visualizamos que la autogestión es una posibilidad cierta de concretar trabajo, que el pleno empleo no vuelve más y, por lo tanto, la lucha de los trabajadores autogestionados tiene que ver con ir ganando legalidades. Nuestra lucha ha sido muy legítima y hoy en día hay, al menos 180 empresas recuperadas, lo que mantiene con trabajo a entre 15 y 20 mil compañeros. Es una muestra clara de cosas posible, por las cuales el sistema no da respuestas. Si pudiésemos lograr que el Gobierno visualice a este sector como activo en la generación de puestos de trabajo, invierta en tener políticas públicas acorde a esas necesidades y no como se viene haciendo con el Argentina Trabajo, que son cuadrillas de trabajadores precarizados. Para los jóvenes es todo un mensaje de caminos posibles y alternativas para poder trabajar.
-En relación a la política de subsidios que viene llevando adelante el Gobierno Nacional ¿Crees que son realmente una manera de incluir o, por el contrario, una manera de mantener una exclusión permanente?
Yo soy muy crítico en relación a los subsidios. Hay una etapa económica donde realmente el Estado debe subsidiar parte de nuestra economía, y no está mal que se haga. Pero cuando eso se transforma en una política permanente, no es una cuestión de progreso ni para nuestra juventud, ni para nuestro pueblo. Ningún pueblo, de ningún país, sale de una crisis sin trabajar. Y cuando no se fomenta la cultura del trabajo, es jodido, no sólo para la clase sino para el país en general. Estoy de acuerdo que en su momento había que subsidiar, porque veníamos de una crisis. Pero si después de casi 12 años de Gobierno, que nos cuenta constantemente cómo ha sido el crecimiento de la economía, y seguimos subsidiando, creo que hay algo que está mal. Esto de estar sometidos a permanentes subsidios conlleva a que a uno se le cierren las puertas de conseguir trabajo genuino. El esfuerzo debería estar diseccionado a generar puestos de empleo, y no seguir subsidiando trabajo fantasma.
-¿Qué implica el trabajo genuino en la lucha por los derechos de los trabajadores?
Nosotros sentimos que somos parte de esa clase, no hay diferencias. El trabajador autogestionado lucha por derechos sectoriales, pero también lo hace solidariamente por los derechos de todos los trabajadores. Nos parece que hay deudas pendientes para toda la clase. Que desde la Central sigamos peleando por la libertad y democracia sindical, significa que la democracia no ha saldado muchas problemáticas de los trabajadores. Cada 1º de mayo y en cada lucha, reivindicamos el compromiso de lucha por mas derechos para todos los trabajadores: precarizados, autónomos, autogestionados, en relación de dependencia, organizaciones sociales. Nuestra lucha es por toda la clase.
Fuente: agenciaacta.org, por Melissa Zenobi.