«Con esto queremos decir, que la génesis de nuestro gremio está ligada a las tradiciones más enriquecedoras del Movimiento Obrero de Argentina; al sindicalismo de liberación, aquél que logró conquistas fundamentales para la clase trabajadora. Por eso, a través de todos estos años, supimos cuidar a nuestra institución, incluso en momentos muy duros para nuestra Patria, como fue la última Dictadura Cívico-Militar, y logramos volver a unirnos y aflorar junto a la Democracia en los años ’80.
«A través de estas siete décadas hemos protagonizado luchas históricas. Algunas de ellas son muy recientes, como fue la pelea en contra de la oleada privatizadora neoliberal que desmembró las empresas del Estado, entregando nuestros recursos estratégicos a las Multinacionales y condenando a todo el pueblo argentino a la miseria y la exclusión. Por esa pelea fuimos castigados por no ser cómplices del sindicalismo empresarial y nos echaron de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza. Hoy vemos que otros compañeros Lucifuercistas han dado un vuelco importante dentro de la Federación y eso nos demuestra que no estábamos equivocados y que el camino elegido era el correcto.
«Las políticas de entrega de nuestra soberanía continúan hasta la actualidad y se expresan, por ejemplo, en la definición del Gobierno Nacional de no nacionalizar los recursos estratégicos ni diversificar la matriz energética. Muy por el contrario, están a punto de sancionar una ’nueva’ Ley de Hidrocarburos hecha a la medida de las Multinacionales. Una ley que no contempla criterios de soberanía ni cuidado del medio ambiente, sólo especulación económica y entrega.
«En estas siete décadas nos hemos comprometido con todas las peleas de nuestro pueblo y hemos sido protagonistas, junto a otras organizaciones hermanas, de la fundación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). Una organización sindical de tercer grado, autónoma de los partidos políticos, los patrones y los gobiernos, que se definió por la construcción de un nuevo modelo sindical. Y es un orgullo para nosotros que al conmemorar estos 71 años de la fundación de Luz y Fuerza de Mar del Plata, podamos decir que finalmente y después de mucha pelea y trabajo, el Estado Argentino reconoció la existencia de nuestra Central otorgándonos la Inscripción Gremial como CTA Autónoma. Un paso histórico en la construcción de la Central que desde hace mucho tiempo pone sobre la agenda de los gobiernos la discusión de la Libertad y la Democracia Sindical, cuestión que hemos llevado a todos los rincones de nuestro país, como así también al ámbito internacional con nuestra participación en las conferencias de la OIT.
«En este mismo plano, se inscribe la construcción de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA) que nuclea a trabajadores del ámbito de la energía de todo el país y nos plantea el desafío de profundizar la defensa del Patrimonio Nacional, sobre todo en lo que refiere a los recursos estratégicos de nuestra Patria.
«No optamos por el camino más fácil, pero sí estamos seguros que es el camino más digno: transitar junto a todo nuestro pueblo hacia la liberación, hacia una sociedad más justa y soberana donde vivir no sea un beneficio que disfruten unos pocos sino un derecho de todos.
«Para nosotros es un orgullo decir que somos LUCIFUERCISTAS, que somos trabajadores. Estamos convencidos de que el cambio es posible y necesario. Que ’si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia’. Nosotros, estamos de ese lado. De los que no figuramos en las grandes enciclopedias pero que sí somos historia viva del pueblo.»