Persecución sindical: Argencobra despide a dirigente de la CTA bonaerense

Como trabajador de las telecomunicaciones, Julio Castro decidió organizarse en el sindicato UETTeL de la CTA Autónoma. A poco tiempo de participar activamente en las actividades del gremio, fue elegido por sus compañeros de sector como delegado de base. En función de su compromiso, asumió responsabilidades como secretario de Salud Laboral de la CTA bonaerense, a la vez, como Coordinador Nacional de Organización de la CNTI.

El dirigente despedido, tiene un rol protagónico en la Comisión Mixta de salud y seguridad en el Empleo Público  (CoMISaSEP), en representación de la Mesa Ejecutiva Provincial.

«Articulo en cuestiones vinculadas directamente con todas actividades que nunca resultaron simpáticas para los empresarios del sector”, dijo Castro, al tiempo que agregó «para garantizar las condiciones mínimas de seguridad, las empresas deben invertir, pero como lamentablemente muchos empresarios privilegian ganar la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo posible, desatienden cuestiones esenciales que en muchos casos hasta cuestan la vida de un trabajador, como el caso de Diego Castro, trabajador de Vita Net, tercerizada de Telecentro, quien un día de lluvia fue obligado a hacer tareas en un poste, con arnés vencido, sin las herramientas adecuadas, y con una escalera que se rompió: eso le costó la vida. Para ellos es una inversión mínima, y por esa mezquindad te arruinan la vida».

Por su activa y reconocida labor en estos temas, además de su participación en talleres de capacitación y formación de delegados en temas de salud laboral y medio ambiente de trabajo, Castro fue despedido por Argencobra en una medida que viola las leyes que resguardan los derechos laborales y protege la actividad sindical.

“Desde su nacimiento UETTel CTA lucha por los derechos de los compañeros. Antes no cobraban aguinaldo, vacaciones, horas extras y teníamos accidentes e incluso muertos por estas prácticas. A partir de la organización formamos cuerpos de delegados, ganamos innumerables conflictos por nuestros derechos y logramos revertir en gran medida esto. Entonces, como no nos pudieron comprar, mi despido es un mensaje mafioso porque para la empresa somos un mal ejemplo, ya que luchamos en contra de la precarización, porque estamos en el conflicto, porque estamos donde los compañeros nos necesitan. Es un ataque a toda la organización, que no va a darles el gusto ya que seguiremos luchando siempre contra la precarización laboral».

La CTA Autónoma repudia la política antisindical de la empresa y exige la reincorporación del trabajador.

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