Lozano: «El Gobierno debe volver a las fuentes y ampliar la convocatoria a las organizaciones populares»

El Director del Banco de la Nación Argentina, también Director del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, Presidente de Unidad Popular y Dirigente de ATE, puso en contexto las estadísticas del INDEC que indican el peor momento económico desde el inicio de la pandemia, con un marcado crecimiento de la pobreza, la indigencia y la brecha entre los pocos que tienen mucho y los muchos que tienen poco. Además, planteó propuestas para salir de la crisis.

En el Resumen Semanal de Noticias de la CTA Autónoma Bonaerense, Claudio Lozano se refirió a un informe elaborado por el IPyPP respecto a los datos registrados por el INDEC en para el segundo trimestre de 2020 en relación a la situación del empleo, los ingresos, y sobre la situación de la pobreza y el hambre en Argentina.

“En el segundo trimestre hay 370 mil ocupados menos que los que había en el trimestre anterior. Esto da como resultado que la tasa de desocupación pasó del 10% a superar el 13% de la población, lo que deriva en una caída de los ingresos con ampliación de la desigualdad, en un contexto de destrucción de puestos de trabajo que agravan el cuadro de precariedad y debilitamiento de las estructuras del empleo en la Argentina”, expuso.

Dicha situación lleva a que la pobreza haya arribado al 47% de la población, lo que implica 21 millones de personas en situación de pobreza y un 12,4% (5 millones 600 mil personas) de la población en situación de indigencia, que es la línea del hambre.

En función de los datos, Lozano dijo que “los refuerzos que puso en marcha el gobierno, concretamente la Tarjeta Alimentaria, Asignación por Hijo y el Ingreso Familiar de Emergencia, no han sido suficientes para condenar la situación en materia de ingresos” y consideró necesario “discutir una estrategia mucho más agresiva en materia de ingresos para poder sostener la situación que tiene, sobre todo, la población más vulnerable que se encuentra en situación de desempleo o de absoluta informalidad en materia laboral”.

Seguidamente mostró preocupación debido a pesar de que las evidencias demuestran lo indispensable de profundizar las medidas de contención, “pareciera como que el gobierno está retrocediendo en una definición de esta naturaleza”, y justificó su afirmación diciendo que “aparecen argumentos como el tema famoso de que no hay recursos fiscales» pero «sin embargo no hay recursos fiscales para discutir un ingreso universal, pero sí hay recursos fiscales para bajarles las retenciones a los exportadores que han dejado 4000 millones de dólares en el exterior, y que son parte de la explicación de la crisis que tenemos con la falta de dólares hoy en Argentina”.

Lozano sostuvo que el gobierno “debe tomar la decisión política construyendo y convocando a las organizaciones populares, ampliando y democratizando la gestión” como una instancia necesaria para transitar la crisis.

“Nosotros venimos sosteniendo hace tiempo propuestas para mantener la Asignación Universal por Hijo y extenderla a los cuatro millones de pibes que hoy no la reciben, es decir, universalizarla en serio”, aseveró, “y como segundo paso incorporar lo que denominamos Salario Universal para trabajadores desocupados o en situación de informalidad equivalente al salario mínimo vital y móvil. Dicha definición implica una inversión de 4 puntos del PBI de la Argentina, es absolutamente financiable, y los mecanismos para hacerlo son el impuesto a las grandes fortunas y bajar los pagos de deuda”.

Para el Director del Banco Nación, “hay que avanzar en esa dirección porque lo que se está configurando es un escenario de profunda conflictividad social en la Argentina, y la verdad que el presupuesto que acaba de presentar el oficialismo en el congreso es un presupuesto preocupante porque no hay ninguna señal de que se avance en la universalidad, y ni siquiera se está discutiendo pagar el cuarto IFE, lo cual en el contexto de los datos presentados, es francamente preocupante”.

Cabe señalar que “estamos hablando de que en realidad aumenta la pobreza, pero aumenta más el hambre. No sólo hay más pobres, sino que la intensidad de la pobreza de mayor, y por lo tanto, mientras la pobreza crece un 28%, la indigencia crece casi un 50%. Y sin embargo en el presupuesto todos los programas vinculados a garantizar la asistencia alimentaria en lugar de crecer frente a un agravamiento de la situación, decrecen”, y alertó que “hay una caída del 35% de la inversión en programas alimentarios que tiene el gobierno nacional” frente a lo cual “la situación es preocupante, porque hay un cuadro social sumamente delicado y lo que hay es una tendencia por parte de la gestión gubernamental a retroceder respecto a definiciones que había venido manejando durante los últimos meses, que ciertamente serían absolutamente imprescindibles en este contexto. Da la impresión de que el presupuesto que se planteó está más vinculado a discutir la negociación con el FMI que a resolver la problemática general que afecta a la población”, opinó.

Luego reflexionó que “el Frente de Todos ha sido un instrumento electoral muy importante porque permitió detener la avanzada del macrismo. Es un espacio amplio porque cobija un número importante de las organizaciones populares de la Argentina, pero hay que convocar a todos para discutir hacia dónde vamos. Si seguimos discutiendo solamente con los factores de poder, la verdad es que el rumbo termina siempre siendo el mismo”.

En ese sentido, cuestionó a la dirigencia que “piensa que si mantenemos una relación amable con lo que ellos denominan los mercados, que en la práctica son las grandes corporaciones transnacionales, los grandes grupos empresarios, o acreedores externos, estos nos van a permitir un desarrollo armónico. Y la verdad que no es así, porque cuando uno tiene una relación amable con ellos lo que ellos hacen es aprovechar aún más para seguir exigiendo más. Y lo que nosotros tenemos que hacer es garantizar marcos de regulación del funcionamiento de la economía para que estos actores no puedan seguir haciendo daño”.

Lozano subrayó “una tendencia muy clara a tratar de condicionar las decisiones del gobierno desde hace casi dos meses” por parte de sectores reaccionarios, y mencionó las declaraciones de Eduardo Duhalde cuando planteó la hipótesis de un golpe de estado y que no iban a haber elecciones en 2021. Luego de esas aseveraciones del ex presidente interino que derivaron en un amplio repudio, Lozano mencionó otros episodios como “el tema de sobre dimensionar las tomas en la provincia de Buenos Aires, el conflicto policial que derivó en policías armados y en patrulleros rodearan la casa del Gobernador Bonaerense Axel Kicillof y la Quinta de Olivos. A todo ese conjunto de cosas sumamente complejas, se agregó lo que serían las especulaciones en el mercado cambiario para poner el dólar prácticamente a $150”. Todo ello configura “una tendencia por parte de los factores de poder a condicionar el rumbo del gobierno para que profundice un ajuste sobre la base de la devaluación y es lo que tenemos que tratar de evitar”.

La expropiación fallida de Vicentín y sus derivaciones

Lozano consideró “un error por parte del gobierno haber resuelto la expropiación de la empresa cerealera Vicentín sin haber tomado en cuenta como construía el consenso político para llevarlo adelante” y que en ese sentido era esperable “la ofensiva del poder y de los medios hegemónicos manipulando la información” complicando las acciones del gobierno que derivaron en un retroceso.

“En ese marco, según mi opinión, el punto central del problema es que el gobierno tomó una decisión sumamente sabia con el inicio de la cuarentena temprana y el cuidado de la salud por encima de cualquier otro tipo de cuestiones. Pero a esa cuarentena estricta que se puso en marcha y que era un instrumento imprescindible para poder defender la salud de nuestro pueblo, no se la rodeo de las políticas necesarias para que se pudiera sostener” y que “era necesario garantizar los ingresos de la población para que se pudiera mantener en cuarentena”.

Dada la imposibilidad de hacerlo, “el poder económico que vino a boicotear el tema de la cuarentena desde el comienzo”, y mencionó que desde el despido de 1500 trabajadores por parte de la empresa Techint en Neuquén, comenzaron las presiones para salir de la cuarentena y que “el gobierno terminó teniendo que salir en el peor de los momentos, porque lo hizo cuando teníamos más casos, más muertos, más frío, y menos camas”.

Finalmente, planteó que “el gobierno tiene que volver sobre sus pasos a las fuentes que brindaron el triunfo electoral que impugnó el ajuste salvaje del macrismo, y que de alguna manera rodeo a la propuesta de Alberto Fernández con un apoyo electoral sustantivo. Para eso hay que ampliar la convocatoria y es la única manera de sostener una propuesta política diferente”.

*Anexo 01 https://bit.ly/3lE51fN Informe del IPYPP

*Anexo 02 https://ctanacional.org/dev/manifiesto-nacional-por-la-soberania-el-trabajo-y-la-produccion/ Propuestas de salida a la crisis de la CTA Autónoma.

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