«Los Patrones de Estancia no respetan la Ley»
*Nota de opinión por Carlos Díaz Secretario Gremial CTA Autónoma Buenos Aires.
No voy a referirme a la situación de los trabajadores rurales sino a aquellos Intendentes de la provincia de Buenos Aires que siguen desconociendo el marco legal para la Negociación Colectiva y Relaciones Laborales de lxs trabajadores municipales de los distritos de la provincia de Buenos Aires.
En 2015, luego de más de quince años de sufrimientos y luchas por parte de las organizaciones sindicales que representan a los municipales, particularmente ATE y FESIMUBO, lograron que se derogara la terrible Ley 11.757 y se sancionara en la Legislatura bonaerense la Ley 14.656 que regula la negociación colectiva, la discusión de los convenios colectivos de trabajo y fundamentalmente reconoce y garantiza la libertad sindical.
Esto es, la participación en paritaria de todos los sindicatos que demuestren ser representativos en base a la cantidad de afiliadxs. Esa representación hoy está dada por la ATE que conduce Oscar de Isasi, la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerense (FESIMUBO) cuyo secretario general es el “Cholo” García, la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (FSTMPBA) de Oscar Ruggiero y UPCN del acomodaticio Carlos Quintana. Esto significa que lxs trabajadores y trabajadoras de los Estados municipales pueden organizarse y afiliarse al sindicato que crean y sientan que mejor los representa.
La Ley 11.757 había sido sancionada bajo una brutal represión durante la gobernación de Eduardo Duhalde recortando derechos y conceptos salariales como el 3% de antigüedad, abriendo la puerta a los retiros voluntarios, despidos y flexibilización de las condiciones laborales y salariales precarizando a lxs trabajadores municipales condenándolos a salarios de hambre y contratos basura que no garantizaban la estabilidad laboral.
Esa ley les brindó la espalda legal a la mayoría de los intendentes para que se manejaran como aquellos “patrones de estancia” de las primeras tres décadas del siglo XX que les pagaban a sus peones con bonos que cambiaban en el almacén cuyo dueño era el estanciero, sin reconocer jornada laboral con ese latiguillo instalado que en el campo es costumbre laburar de sol a sol, y cuando los peones se rebelaron no dudaron en fusilarlos como ocurrió en la Patagonia entre 1920 y 1921, con el Ejército como brazo armado de la Sociedad Rural.
Aún hoy en el siglo XXI, algunos intendentes no respetan la Ley desconociendo la representación de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) en municipios como San Nicolás, Azul o Maipú, paradójicamente o no gobernados por la alianza PRO-UCR de Juntos para el Cambio.
La familia Passaglia que gobierna San Nicolás, antes Ismael y ahora su hijo Manuel, tienen un largo derrotero de animosidad hacia ATE con actos persecutorios hacia lxs trabajadores afiliadxs y el gremio, con despidos, traslados compulsivos, descuentos salariales, no realizando aportes sindicales y otras distintas formas de amedrentar buscando quebrar la organización sindical. Similares actitudes en el acto de gobernar llevan adelante el intendente de Azul Hernán Bertellys y el de Maipú el radical Matías Rappallini desconociendo la representación de ATE en la paritaria.
Otra paradoja de los Passaglia y Bertellys es que llegaron al gobierno en listas del Frente para la Victoria o Unidad Ciudadana y durante la gobernación de María Eugenia Vidal fugaron a Cambiemos. Estos intendentes desconocen la ley, los fallos judiciales favorables a lxs trabajadorxs hasta desconocer al Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires como autoridad de aplicación de la ley intentando declinar esa instancia administrativa en reiteradas oportunidades.
En este contexto, fortalecer la organización de los municipales sigue siendo el camino de la lucha con la solidaridad de todos y todas interpelando a la sociedad. Nuestra historia como clase trabajadora, y en ella la de lxs estatales, nos demuestra que sólo los trabajadores y trabajadoras forjaremos nuestro destino para seguir soñando con recuperar un Estado al servicio de los más necesitados y el Pueblo.