La CTA-A bonaerense apoya la postulación al Nobel de la Paz del Equipo Argentino de Antropología Forense
Desde la secretaría de Derechos Humanos de la CTA Autónoma de Buenos Aires se mostró el apoyo a la iniciativa. “Sólo en la Argentina, el EAAF encontró e identificó a más de mil personas víctimas de desaparición forzada e intervino en auxilio de los familiares de las víctimas en los Balcanes, Sudáfrica y Guatemala, por nombrar algunos de los 55 países en los que actuó”, afirmaron.
La CTA Autónoma bonaerense y las organizaciones que la componen, a través de su secretaría de Derechos Humanos, mostró su adhesión a la postulación del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) como candidato al Premio Nobel de La Paz 2020.
La CTA-A, junto a ATE, destacaron la iniciativa impulsada por CLACSO y la Universidad de Quilmes, quienes postularon al EAAF para dicha distinción buscando que se reconozca la tarea en el ámbito de la ciencia aplicada a conocer la verdad y colaborar con la justicia.
“El EAAF es una institución legalmente reconocida, no gubernamental y sin fines de lucro, que fue creada en el año 1984 con el fin de investigar los casos de personas desaparecidas en Argentina durante la última dictadura militar (1976-1983). Aplica la metodología y las técnicas de diferentes ramas de la ciencia y la investigación y documentación científica de casos de violencia política, étnica y/o religiosa en diferentes partes del mundo, en especial los relacionados con violaciones a los Derechos Humanos”, aseguraron desde la CTA A y ATE.
Solo en la Argentina, el EAAF encontró e identificó a más de mil personas víctimas de desaparición forzada e intervino en auxilio de los familiares de las víctimas en los Balcanes, Sudáfrica y Guatemala, por nombrar algunos de los 55 países en los que actuó.
En sus más de 35 años de trabajo, el EAAF acumuló reconocimientos de gobiernos, organismos de derechos humanos, universidades y un sinfín de instituciones y colectivos por su colaboración en la restitución de identidades a víctimas cuyos restos permanecían como desconocidos, y fue así que recibieron, entre otros, el honoris causa de la UBA y la beca MacArthur, dotada de un premio de medio millón de dólares.
Su labor se sustenta en los principios de los Derechos Humanos, del derecho humanitario