Hijos cumplió 25 años de incansable lucha por memoria, verdad y justicia
Hace 25 años surgió, producto de la impunidad con la que se manejaba la justicia argentina en los ‘90 respecto al enjuiciamiento de los responsables de la última dictadura cívico-eclesiástico-militar, la agrupación HIJOS.
HIJOS nació como un punto de encuentro para jóvenes que solo tenían pocas cosas en común: eran hijos e hijas de desaparecidos, presos políticos y exiliados de la última dictadura y estaban enojados. Una lucha encadenada a sus viejos, a las Madres y Abuelas, pero también a la de familiares de víctimas de violencia institucional y, luego, a toda aquella que implicara ampliar derechos. Una nueva manera de manifestarse, con la denuncia como meta y con el arte como herramienta. Un canal de difusión. Una conducta de construcción colectiva. Una bandera para siempre. Eso fue y es Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio, a lo largo de una historia que, a 25 años de su surgimiento, siguen escribiendo.
El actual secretario de Derechos Humanos de la CTA Autónoma de Buenos Aires, Emiliano Hueravilo, hijo de Mirta Alonso y de Oscar Lautaro Hueravilo, compañeros desaparecidos durante la dictadura, confesó estar “contento porque se cumplen 25 años de esta organización de derechos humanos que empezó con los hijos de desaparecidos, exiliados y ex presos políticos”. Y destacó que “es un organismo joven que levanta las banderas de nuestros viejos, de las Madres, las Abuelas, familiares que reclamaban la aparición con vida de sus hijos. Entonces los hijos nos pudimos organizar para seguir levantando las banderas de Memoria, verdad y justicia”.
Hueravilo ingresó a HIJOS en diciembre de 1995, y detalló que desde entonces “HIJOS le puso dinámica a la militancia de derechos humanos a través de los escraches a los genocidas, ya que en los 90 seguían las leyes de obediencia debida y punto final, y el decreto de indulto”. Y recordó que “ver a estos genocidas caminando libremente por las calles de Argentina era desesperante. Debíamos asegurarnos que sea la sociedad quien repudie a estos genocidas, por eso iniciamos el camino de escrache, alertando a los vecinos que cerca de sus casas vivía un genocida”.
“También hemos planteado las anulaciones de las leyes que protegían a los genocidas, en los juicios fuimos querellantes individuales y colectivos en distintas causas de lesa humanidad”, resaltó Hueravilo. “Hoy HIJOS sigue pidiendo memoria, verdad y justicia, la cárcel común y efectiva a los genocidas, que se aceleren los juicios de lesa humanidad, y pedimos por los más de 400 hermanos apropiados”.
“Es un orgullo ser parte de esta organización, y poder garantizar que estas políticas de derechos humanos se sigan teniendo en cuenta. Continuamos articulando con los distintos organismos de derechos humanos de la provincia y el país. Seguimos peleando por memoria, verdad y justicia”, aseguró Hueravilo. Y concluyó brindando desde la CTA-A bonaerense “un abrazo fraterno a todos los compañeros y compañeras que siguen militando en la organización HIJOS”.