«El Gobierno debe garantizar los derechos de la población y de lxs trabajadorxs de la salud»
Desde CICOP, lxs profesionales de la salud expresaron que «el resultado que la coalición Cambiemos obtuvo en las PASO del 11 de agosto no fue más que la respuesta de la mayor parte de la población ante una política desarrollada desde diciembre de 2015, tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires. El aumento en los índices de pobreza e indigencia, la pérdida de empleos, la depreciación de salarios de trabajadorxs, jubiladxs y pensionadxs, la recesión que se profundiza con cierres cotidianos de comercios y pequeñas empresas, así como un fuerte crecimiento de la desigualdad en el conjunto de la población, son resultados directos y ominosos de esa política»
En ese sentido, ampliaron «en la provincia de Buenos Aires, bajo la administración de María Eugenia Vidal, el empeoramiento en la distribución del ingreso ha sido aún mayor que a nivel nacional. La brecha de ingresos entre ricos y pobres aumentó significativamente en el territorio bonaerense, alcanzando casi un 29 %. Más allá de los índices y porcentajes, el deterioro sanitario que se observa en las condiciones de quienes se acercan a hospitales y centros de salud expresa claramente estas situaciones. A ello, hay que sumarle el hecho de que, una vez recibida la atención requerida, no sin dificultades propias del mal funcionamiento del sistema público, el sostén de los tratamientos o el acceso a la medicación se hace cuesta arriba, cuando no imposible de solventar»
Seguidamente, expusieron que «dentro de treinta días serán las elecciones generales, donde el Gobierno aspira, con muy poco asidero en la realidad, a revertir los resultados de las primarias y así asegurarse continuidad en el poder, para beneficio de sus negocios propios y los del sector al que nuclea y representa. Enfrascadxs en la campaña electoral, de espaldas a las necesidades de la población, lxs candidatxs del oficialismo insisten en pregonar las bondades del modelo sin dar ninguna respuesta que intente dar alivio a la grave situación que transitamos»
Vulneración de derechos y resistencias
Durante los casi cuatro años del gobierno actual, la Salud Pública padeció un deterioro creciente, con presupuestos a la baja y desfinanciamiento de programas y proyectos. Llevamos un año sin Ministerio de Salud Nacional, degradado a Secretaría y con escaso margen de intervención en la política sanitaria. La multitudinaria Marcha Federal llevada a cabo el 4 de octubre de 2018 puso en la calle el reclamo multisectorial que rechazó la medida y, aunque no fue posible reeditarla con esa contundencia debido a la predominancia de intereses sectoriales, no se dejaron de levantar las banderas en su defensa con diferentes expresiones.
El Hospital Nacional Posadas constituye un ejemplo flagrante de la política llevada adelante. Sobre un universo de precarización laboral que los gobiernos anteriores no resolvieron, se avanzó con más de mil despidos, ataque a las organizaciones gremiales, represalias contra lxs trabajadorxs que se pusieron al frente de las luchas, militarización y autoritarismo. Frente a este ataque, se sostuvo un núcleo de resistencia también multisectorial, con participación de pacientes y vecinxs, que en la semana que pasó volvió a reclamar por la reincorporación de todxs lxs despedidxs, la desprecarización laboral del conjunto de lxs trabajadorxs y la recuperación de un efector emblemático para la atención sanitaria.
En la provincia de Buenos Aires, la Salud Pública se desfinanció con presupuestos a la baja que culminaron con el que se asignó para el 2019, el más bajo de su historia. El plan de refaccionar las guardias hospitalarias sólo se cumplió en algunos lugares. Nueve meses después del grave incendio ocurrido a fines de 2018, el Hospital Oñativia de Rafael Calzada aún no ha recuperado su operatividad completa pese a las promesas efectuadas. Los salarios de lxs profesionales de la Salud han perdido poder adquisitivo y, después de la debacle post PASO, esa pérdida se ha incrementado de modo exponencial. Los faltantes de insumos y los problemas de infraestructura continúan, perjudicando a lxs trabajadorxs y dificultando la atención cotidiana.
En este escenario adverso, CICOP logró abrir las negociaciones paritarias todos los años, a fuerza de planes de lucha y medidas de fuerza. Se avanzó con una modificación histórica del Reglamento de Residentes, cuya puesta en marcha definitiva tendremos que continuar reclamando. Aún restan becarixs no interinizadxs en el sistema, pero en estos años, en cumplimiento del acuerdo paritario de 2016, no volvieron a ingresar profesionales bajo esa figura de relación laboral precaria.
Fue la resistencia de lxs trabajadorxs , aún con la fragmentación padecida y las defecciones de ciertos sectores, entre ellos la CGT y los gremios amigos de todos los gobiernos de turno, la que impidió que se avanzara aún más sobre derechos y políticas públicas. El daño infligido no puede minimizarse, pero fue sustancialmente menor debido a las luchas que se libraron.
Complejidades presentes y futuras
En este escenario, cuando aún restan más de dos meses para que asuma un nuevo gobierno, no faltan expresiones de lucha en las calles, aunque están lejos de ser masivas. Por otro lado, al interior de nuestros hospitales y centros de salud, el malestar tiene algunas expresiones locales, como ocurrió en esta semana en el Hospital San Martín de La Plata o en el conflicto que sostienen lxs compañerxs de los Centros de Salud municipales de Florencio Varela.
Para poder darle mayor carnadura a nuestros reclamos de reapertura de paritarias y denuncias de la crisis sanitaria tendremos que esforzarnos por ampliar los debates con la mayor cantidad de compañerxs, en reuniones de comisiones directivas, en los diferentes servicios y sectores, así como en las asambleas que es necesario preparar y convocar, con vistas al próximo Congreso provincial de Delegadxs.
Las resistencias y fortalezas que hemos desarrollado a lo largo de nuestra historia, al calor de las diferentes peleas que tuvimos que enfrentar como gremio, abonan un camino que nos permite no sólo transitar este tiempo difícil sin abandonar nuestros legítimos reclamos, sino también posicionarnos frente a la coyuntura que tendremos a partir de diciembre. Lo haremos sosteniendo la defensa irrestricta de la Salud Pública y de los derechos de lxs profesionales que representamos, siendo consecuentes con la autonomía consagrada en nuestros principios fundacionales.