Se profundiza la crisis en el sistema de salud público provincial

El sistema de Salud de la Provincia de Buenos Aires se encuentra aquejado por múltiples problemas que, en la medida en que no se inicia un camino para abordarlos seriamente y resolverlos, van deteriorando a diario tanto la calidad de la atención brindada como las condiciones en las que lxs trabajadorxs desarrollamos nuestras tareas.

Salarios que no hacen más que perder poder adquisitivo frente a una inflación incontrolable, desalentando el ingreso de profesionales jóvenes a hospitales y centros de salud; una infraestructura deficiente que pone en riesgo cotidiano a trabajadorxs y pacientes;  becarixs que no terminan de ser interinizadxs pese a sucesivos compromisos paritarios incumplidos; compañerxs que aún no han sido nombradxs pese a haber ganado concursos de ingresos o de funciones desde hace varios años. A ello, hay que agregarle la falta de ejecución de las modificaciones acordadas al reglamento de residentes y la situación inaceptable en relación a la no aplicación del Decreto de Desgaste Laboral. La lista es extensa y abrumadora, ha formado parte de varios pliegos de reclamos, así como también de discusiones y acuerdos incumplidos en las sucesivas paritarias.

El Gobierno que encabeza María Eugenia Vidal no tiene a la Salud entre sus prioridades, hecho que CICOP ha denunciado una y otra vez. Porque no basta con discursos para modificar la realidad. De otro modo, no se explica el presupuesto asignado para el área en el 2019 ni la falta de respuestas ante la crisis en curso. No hemos sido convocadxs a la discusión paritaria y las reuniones y mesas técnicas sostenidas con lxs funcionarixs del área, desde el Ministro Andrés Scarsi para abajo, no han brindado las respuestas necesarias. La responsabilidad de quienes nos gobiernan es indiscutible, el silencio que esgrimen es inexplicable.

Paro de estatales bonaerenses 

Tal como lo resolvió el Congreso de Delegadxs, llevamos adelante una medida de fuerza el miércoles 6 de marzo, parando con el conjunto de lxs estatales bonaerenses y movilizando a la Casa de la Provincia de Buenos Aires con ATE y Judiciales. Fue una jornada en la que también se movilizaron los docentes nacionales y provinciales, intentando visibilizar las dificultades comunes que afectan a todo el sector público, jaqueado por una política de ajuste y desinversión que lleva adelante la alianza Cambiemos.

Frente a la grave situación económica que padecemos y que perjudica seriamente a lxs asalariadxs, jubiladxs, pensionadxs y sectores más vulnerables de la población, afectando su calidad de vida y sus derechos, el malestar no ha logrado aún traducirse en expresiones con algún grado de masividad. En el análisis al respecto, no es menor la consideración de que estamos en un complejo año electoral, atravesado por incertidumbres e intereses en pugna. Tampoco podemos dejar de adjudicarle responsabilidad a las centrales de trabajadorxs, también cruzadas por intereses propios, personalismos y otras dificultades que dan cuenta de que no están a la altura de las circunstancias.

Este escenario hace indispensable que en nuestras seccionales, en hospitales y centros de salud, nos dispongamos a dar con compañeros y compañeras todos los debates que sean necesarios, en reuniones de Comisiones Directivas, en los diferentes servicios y en asambleas, a fin de que la construcción de nuestro propio conflicto, las acciones que decidamos llevar a cabo y los reclamos que impulsemos sean el resultado de los mejores consensos, en aras de sostener nuestra histórica pelea en defensa de la Salud Pública con la mayor fuerza posible.

La multitudinaria movilización del 8 de marzo 

Sin ninguna duda, la movilización del 8 de marzo, a diferencia de lo que describimos en el apartado anterior,  dio una contundente muestra de fortaleza y masividad.

En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con el impulso de un paro que también se lleva a cabo en otros países, los colectivos feministas, las organizaciones de mujeres y disidencias, los gremios y partidos políticos, los centros de estudiantes y miles de mujeres de todas las edades, sin pertenencia a algún espacio en particular, ganaron las calles dándole una vez más cuerpo y voz a reclamos históricos y actuales. CICOP, como en tantas otras ocasiones, también formó parte de la multitudinaria movilización.

Transversal, intergeneracional, con numerosa presencia joven, con el convencimiento de que la lucha hay que darla a diario y en cada lugar, con las dificultades propias que también lo atraviesan, este movimiento marca un camino y se constituye en un ejemplo que ha modificado escenarios y prácticas de modo insoslayable.

Fuente: Prensa CICOP

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