Asimismo, la junta interna también elabora un informe sobre pérdida del poder adquisitivo. La evolución de la inflación, que en el acumulado de los últimos 34 meses fue del 125%, y la decisión de frenar los salarios, con el cierre de pautas salariales que no solo desconocieron la pérdida de salario sino que fueron muy por debajo de la inflación proyectada, alejó mes a mes nuestro ingreso del monto necesario para mantener el poder de compra vigente en noviembre de 2015: el poder adquisitivo del salario de agosto de 2018 resulta nada menos que un 18,8% inferior al de noviembre de 2015.
Caso testigo: Para un trabajador con categoría D0, cuyo salario bruto actualmente asciende a $18.584 (lo que implica más de cuatro meses y media del sueldo actual) y, actualizando a precios de agosto de 2018, las diferencias de nuestro salario respecto al que permitiría mantener dicho poder adquisitivo, se acumula un déficit de $82.379. Es decir que este sería, apenas, el monto necesario para adquirir al día de hoy los bienes y servicios de los cuales un trabajador de la categoría mencionada tuvo que privarse en este período de «revolución de la alegría», demuestra el documento.
Fuente: agenciacta.org