Médicos denuncian que se profundiza la crisis de la salud pública bonaerense
Asistimos desde hace días a un despliegue de denuncias, apertura de causas y detenciones que develan, más allá de la utilización mediática que intenta tapar la grave crisis económica en la que estamos sumidos con escándalos y cuadernos, una trama de corrupción que involucra a funcionarios políticos, empresarios y miembros del Poder Judicial. Se trata de negociados con la obra pública de larga data que tienen su continuidad en el gobierno actual, porque la estructura no ha sido desarmada, más allá de los nombres que se mencionan y de los “arrepentidos” que hacen fila para declarar intentando aligerar las consecuencias de sus actos.
Otra forma de la corrupción, por acción o por omisión, es el incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos que también se cobra vidas y pone en riesgo todos los días a una gran parte de la población. Así lo comprobamos con la tragedia de la Escuela N° 49 de Moreno que provocó la muerte de dos trabajadorxs y terminó revelando el estado calamitoso de las escuelas, no sólo en ese distrito, sino en toda la Provincia de Buenos Aires. Denuncias que nunca fueron tomadas, arreglos que nunca se hicieron, disposición de dineros públicos que nunca cumplieron con los fines para los cuales habían sido destinados.
Sin dudas, lo mismo podemos decir de los hospitales y centros de salud donde desarrollamos nuestra tarea diaria. Esta semana le tocó ser noticia al Hospital Oñativia de Rafael Calzada, donde estalló un radiador en el servicio de atención a pacientes oncológicos. La lista se completa semana tras semana con ascensores que se caen por falta de mantenimiento, generadores que no funcionan adecuadamente, sectores que se inundan, ausencia de calefacción en consultorios externos y salas de espera, problemas con la limpieza y muchas otras situaciones que el Ministerio de Salud provincial no resuelve, dejando desprotegidxs a trabajadorxs y pacientes.
Salarios en caída libre y un Ministro ausente
La inflación, los tarifazos, el incremento en combustibles y transporte público, así como el aumento del costo de vida, afectan de modo brutal a asalariadxs, jubiladxs y pensionadxs, dejando además a precarizadxs y desocupadxs en situaciones límites. Entre tanto, la economía muestra indicadores cada vez más preocupantes y el ajuste resultante del acuerdo con el FMI se despliega a diario mientras quienes nos gobiernan hablan de tormentas y de días aún más difíciles, pero insistiendo en que vamos por buen camino y que hay una luz al final del túnel.
En la Salud Pública bonaerense, los salarios magros vienen haciendo estragos: las enormes dificultades para conseguir profesionales que cubran cargos y la realidad de servicios cerrados o en vías de cerrarse son las consecuencias que padecemos cotidianamente. A ello se le suman los atrasos inexplicables en pases a planta de becarixs, los nombramientos largamente demorados, así como los reclamos de todo tipo que avanzan con enorme dificultad por los intrincados circuitos burocráticos, sea del Ministerio de Salud o de la Gobernación. En ambos casos, es insoslayable la responsabilidad del Ministro Andrés Scarsi quien, ante nuestro pedido de audiencia, aún no encontró lugar en su agenda para recibirnos. A un año de haber asumido la función, su diálogo con CICOP ha sido casi inexistente y, si bien la convocatoria a paritarias no es sólo su responsabilidad, no ha hecho ni un mínimo gesto que indique disposición a involucrarse para intentar mejorar los salarios de lxs profesionales de la Salud a su cargo.
Frente a este panorama acuciante, tenemos el desafío de construir más y mejores espacios de debate con nuestrxs compañerxs en hospitales y centros de salud, avanzando hacia asambleas donde las discusiones francas nos permitan continuar profundizando la lucha para lograr modificar nuestra situación y la de la población que atendemos con las mejores medidas que podamos sostener. Por otro lado, a pesar de nuestros esfuerzos por lograr articulaciones con los otros gremios, aún no hemos logrado construir nuevas acciones comunes que den cuenta de nuestra disposición a la disputa y a los reclamos.
En esa línea, CICOP se dispone a continuar dando, a pesar de las dificultades, todas las peleas que sean necesarias para jerarquizar nuestros salarios y mejorar las condiciones de trabajo, garantizando el derecho a la Salud de la población que atendemos. Para reclamar la reconvocatoria a paritaria y una partida presupuestaria de emergencia por la crisis sanitaria en curso, necesitamos darle continuidad a nuestro plan de lucha. Será necesario promover acciones específicas que involucren la responsabilidad de la gestión sanitaria, a la vez que deberemos insistir en manifestaciones conjuntas con los sindicatos estatales bonaerenses que expresen la grave situación que tiene como origen las políticas de ajuste del Gobierno de María Eugenia Vidal.
Fuente: Prensa CICOP