Despidos y cesantías, la fórmula perfecta para un Estado cada vez mas chico
Las olas de despidos se suceden una a una, y la marea va alcanzando a cada vez mas trabajadores y trabajadoras que sufren el ajuste y el achique del Estado que el gobierno de Cambiemos aplica en todos los distritos que posee. En una sincronía que espanta, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal le marcan el camino del ajuste a los intendentes de su color, camino que tiene como único objetivo achicar el personal de trabajadorxs estatales, por ende minimizar el nivel de injerencia y de servicios que debe brindar el Estado.
La semana pasada, antes de finalizar el 2017, los trabajadores de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), ente que tiene a su cargo la ejecución de obras de infraestructura escolar, la distribución de material didáctico para las aulas y el dictado de cursos de capacitación docente, entre otras, recibieron la penosa noticia de disolución del organismo. Cabe destacar que, siempre bajo la modalidad de contratos temporales para sus empleadas y empleados, este organismo perteneciente a la Dirección Provincial de Cultura y Educación, mantuvo esta situación de precarización por más de veinte años.
Ahora con la disolución del organismo que quiere ejecutar, el Gobierno deja en el aire a más de quince licitaciones por un total de $ 213 mil millones para reparar y construir escuelas bonaerenses que, al día de hoy, no saben qué pasará con sus edificios. Entre las obras se encuentra por ejemplo, el edificio de la EP 37, ubicada en Arana (sur de La Plata) y cuya comunidad viene peleando por su construcción desde 2013. A raíz de este ataque, lxs trabajadorxs llevan una semana de permanencia en el edificio de la UEP (calle 8 e/ 46 y 47, La Plata) defendiendo sus puestos de trabajo. El conflicto suma apoyos y ya incomoda a Vidal y su ministro de Educación Sánchez Zinny.
De esta manera el año 2018 no trajo buenas noticias para los trabajadores estatales. En la mañana de este martes se conoció la información de decenas de nuevos despidos en el Estado nacional. En este caso, en el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria). Según la información que se conoce, más de un centenar de trabajadores fueron cesanteados en todo el país.
Al respecto el secretario General de la CTA Autónoma de Buenos Aires, Oscar de Isasi, remarcó que “el SENASA es un organismo sumamente importante para nuestra población ya que se ocupa del control agroalimentario del país y nosotros entendemos que es muy importante garantizar la fuente laboral de los compañeros que día a día lo sostienen, e iniciar un inminente proceso de pase a planta permanente”.
El SENASA es el ente «responsable de planificar, organizar y ejecutar programas y planes específicos que reglamentan la producción, orientándola hacia la obtención de alimentos inocuos para el consumo humano y animal», según lo describe su página oficial, es decir, es parte fundamental para obtener alimentos que sean saludables para la población. Entonces, el recorte del personal no puede significar otra cosa que un trabajo de menor calidad, lo que conllevaría a un desmedro en cuanto a consumo alimenticio, perjudicando así a todos los habitantes del territorio bonaerense y nacional.
El mismo martes lxs trabajadorxs de Radio Nacional fueron cesanteados sin previo aviso. Recibieron la noticia cuando, al intentar fichar, descubrieron que ya no formaban parte de la plantilla de la radio. En ese momento, guardias de seguridad los conducían al área de Personal. Los afectados denuncian presencia policial garantizar que los despedidos no ingresen al edificio. Estos despidos son parte del ajuste en medio públicos impulsados por el macrista Hernán Lombardi, director del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos. Este ingeniero, empresario y político, que fue también funcionario de De la Rúa, retuiteó hace unas horas un mensaje de Mauricio Macri: “Empezó el futuro”. Cinismo total.
Pablo Ciarlero, vicedirector de Radio Nacional, justificó los despidos porque los trabajadores tienen “fines políticos”. No sólo expuso la persecución gremial y política. También actuó como un provocador la semana pasada filmando la asamblea en la que los empleados definían cómo enfrentar el ataque.
Otro de los grandes conflictos que recibió este 2018 fue la no renovación del contrato de trabajo para 2018 de 260 operarios de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Azul (FanAzul). En consecuencia ATE llevo adelante ayer una jornada de lucha, con un corte de la Ruta 3 que se sostuvo todo el día, en defensa de los puestos de trabajo que peligran ante el lockout patronal/estatal en FanAzul. Los trabajadores de FanAzul decidieron continuar con el corte a partir de las 9 horas de hoy.
En un comunicado de prensa, ATE Azul expresó: “Los trabajadores se encuentran ante una total incertidumbre, porque desde el Estado no les dan ninguna respuesta clara respecto de su futuro laboral, cabe recordar que el pasado jueves se les había concedido a los trabajadores asueto laboral, sin advertirle que a partir del 2 de enero la fábrica iba a permanecer cerrada”. A raíz del corte de la ruta 9 que llamó la atención del presidente Macri, el interventor de la empresa de Fabricaciones Militares, Luis Riva, recibirá hoy a los trabajadores y, ante rumores generalizados sobre el cierre de la fábrica, aseguró que «no hay un plan para desactivar ni vaciar» las plantas que se encuentran en diversos puntos del país.
Para no quedarse atrás en la ola de despidos, el municipio de Quilmes, dirigido por el Intendente Martiniano Molina, decidió no renovar el contrato a 500 trabajadores en áreas sensibles como el Hospital Oller de Solano, el servicio de Niñez y Adolescencia y el Jardín Municipal, entre otras. Mediante un telegrama, la gestión comunal se excusó aclarando que la medida fue “por orden del gobierno nacional y provincial”.
Al respecto Oscar de Isasi aseguró que “el despido de trabajadores de la salud significa que cada vez hay menos manos para atender las necesidades. Defendemos las fuentes laborales y reclamamos que se mantenga la prestación del hospital de Solano. Y exigimos la reincorporación de la totalidad de los despedidos en Quilmes”.
Como si faltara algo mas, una de las delegadas de Alumbrado Público fue atropellada por la camioneta particular del secretario del sector, Sergio Chomyscyn. “No nos atienden, se llamaron a silencio. Esta mañana el secretario arrolló a una trabajadora con su camioneta mientras ésta pedía explicaciones por los compañeros despedidos”, indicó Claudio Arévalo, secretario General de ATE Quilmes.
Estos despidos se suman a los más de 700 que ya se conocían al finalizar el 2017. Los últimos que se habían dado a conocer habían tenido lugar entre el personal de TDA, que manifestó su reclamo ocupando el Centro Cultural Kirchner. Y en total dejarían un resultado superior a los 1500 despidos para el comienzo de este 2018. Mañana la Asociación de Trabajadores del Estado realizará un paro nacional para denunciar los despidos, y para exigir que se frene con el ataque a los sectores mas vulnerados de la población y a lxs trabajadorxs.