Asimismo indicó: «Es una pelea muy desigual, contra una multinacional que es mentira que esté en quiebra. La empresa pretende dejar a 600 trabajadores en la calle y eso es algo que como Central no vamos a permitir. Por eso vamos a seguir solidarizándonos con los compañeros, y acompañando ésta y todas las luchas que de la clase trabajadora en todo el país, tanto en el ámbito del Estado como en las empresas privadas».
Reunión en ATE
En tanto, el secretario General de ATE Nacional, Hugo «Cachorro» Godoy, recibió el lunes a delegados de la planta de PepsiCo Snacks de Florida, partido de Vicente López, al norte del Conurbano bonaerense, quienes el pasado 20 de junio (Día de la Bandera) se encontraron con un cartel en la puerta de la planta que anunciaba el “cese de las operaciones y la relocalización de la producción en otro establecimiento”.
Los delegados Luis Medina, Camilo Mones y Ricardo Pacheco, y el trabajador de la planta Gustavo Cándido, convocados por el compañero Raúl Llaneza, Delegado de la Junta Interna de ATE-INDEC, se reunieron con el Secretario General de ATE para coordinar el apoyo del sindicato de los estatales a la lucha de los obreros de la planta que todavía continúa cerrada.
“Los compañeros fueron convocados a una reunión en el Consejo Directivo Nacional para coordinar el apoyo que recibirán por parte de ATE en esta lucha contra el ajuste y los despidos que la clase obrera debe enfrentar en unidad. Nuestro sindicato está al frente de las luchas que se están manteniendo no solamente en el plano estatal municipal, provincial y nacional, sino también en el plano privado”, señaló Hugo ‘Cachorro’ Godoy tras la reunión.
Por su parte, el compañero Raúl Llaneza dijo: “Frente al presente de conflicto social en el que la clase obrera está siendo fuertemente golpeada, y con un futuro que se avizora incluso peor luego de las elecciones de octubre, ATE acompaña la lucha de todos los sectores del campo popular. Se espera que el Gobierno intente aplicar un ajuste feroz para fin de año, y a los ajustes siempre los terminan pagando los trabajadores”.
“Nos enteramos -del cierre de la planta- por un papelito en la puerta y decidimos quedarnos en los portones custodiando que no se lleven las maquinarias, que no vacíen la empresa”, relató el delegado Camilo Mones, que permanece frente a la fábrica estableciendo turnos rotativos con sus compañeros. La noticia corrió rápidamente entre los 600 trabajadores afectados que se convocaron frente a la fábrica donde resolvieron, en asamblea, un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo y en pos de la reapertura de la planta.