La Biblioteca Popular “Del Otro Lado del Árbol” festejó 6 años de vida
“Qué bueno sería que además de traer remedios las enfermeras trajeran crayones y libros”, le dijo Pilar a su mamá Paula mientras compartían juntas una charla en una sala del Hospital de Niños Sor María Ludovica.
Después de una titánica lucha contra un tumor, Pilar dejó el hospital para florecer en el Parque Saavedra y multiplicarse en cuentos, poesías, canciones, colores, texturas y la alegría de decenas de pibes y pibas que corren, ríen, y aprenden jugando. De a poquito junto a un gran colectivo, Paula comenzó a materializar el sueño de su hija que ayer celebró 6 años junto a una gran cantidad de familias que se acercaron desde todos los puntos de la región.
Pero la Bilbio no sólo recibe visitas de jardines y escuelas de lunes a sábados, sino que también sale a buscar a los pibes y pibas que están internados en el Hospital de Niños y Casa Cuna para que sean protagonistas también de este proyecto colectivo.
Talleres de música, plástica y un homenaje al cantautor y escritor Sebastián Monk (con lectura y conducción de Ale Simonazzi, guion y narraciones de Belén Torras, Ilustraciones de Pablo Fernández, y la música de Hugo Figueras, Borde Verde, Pablo Tozzi y Cintia Guichet) fueron las actividades propuestas. La jornada fue cerrada con Música Para el Alma, un proyecto solidario de música, orquestas y coros que lleva música a hospitales, escuelas, cárceles y asilos de ancianos.
En el parque burbujitas de agua y detergente vuelan y son perseguidas hasta ser interceptadas por decenas de manitos. Un nene dibuja con una rama una pista sobre el calcario para correr carreras contra un auto imaginario, y obtiene además una resonante victoria. Algunos patinan, otros juegan un partido de básquet sin aros. Otros comen torta y toman mate.
Cuando comienzan a caer las primeras gotitas de lluvia, algunos levantan la cabeza, miran al cielo, y reciben el agua como una caricia que alguien manda desde lo alto. La biblioteca está llena de grandes y chicos, y no hay una sola persona que esté mirando un celular, algo muy raro en estos tiempos. Las miradas se posan sobre los libros, los cuadros, y el hermoso decorado que hace un ambiente inmejorable para una fantasía que hasta los que estamos jugando el segundo tiempo de la vida nos envuelve.
“Si hay algo que tengo es la capacidad de soñar, pero les aseguro que esta gran fiesta aniversario superó todo lo imaginable” expresó Paula Kriskautzky, mamá de Pilar y coordinadora del proyecto que sigue creciendo año a año. “Pido disculpas si no abracé a cada uno de los que hoy estuvieron ahí, miro las fotos y pienso en la inmensidad del amor colectivo. Gracias, eternas gracias a todos, toditos los que eligen estar Del otro Lado del Árbol” finalizó