La primera idea surge en el 2011 de las hermanas del Barrio Toba de Rosario. Ellas plantean la situación de ghetto en la que viven ya que la sociedad les niega no solo su identidad sino que tampoco las reconoce como mujeres. Luego nos encontramos con las hermanas del pueblo Quechua de Humahuaca y aparece la misma situación. Conversando con compañeras de otros pueblos entonces nos surgió la idea de una marcha de mujeres originarias pero no “de protesta” aunque sí habría mucho que denunciar, sino que el espíritu de la marcha sea de propuesta.
-¿Y qué propuesta trae la Marcha?
Otra vez en charlas, ahora con las hermanas Guaraníes de Iguazú, surgió el debate sobre lo mal que se vive y ahí dijimos tenemos que hacer una marcha por el Buen Vivir. Así empezamos a trabajar esa idea y organizamos un equipo que planificó una recorrida por todo el país. Visitamos sobre todo a las comunidades en conflicto, es decir, a las más afectadas por las políticas extractivistas, por los latifundios, el desmonte. Habíamos arrancado en mayo de 2013 y de ahí no paramos de Usuhaia hasta La Quiaca. Lo hicimos todo a dedo y autofinanciándonos.
-¿Cómo organizaron las discusiones con las distintas comunidades?
Hicimos talleres participativos donde las hermanas trabajaban sobre el diagnóstico, las demandas y las propuestas. Y aparecieron relatos terribles: feminicidios con un fuerte contenido sexista y racista. Muchas historias francamente estremecedoras como los casos de Taniana una niña guaraní violada, torturada y salvajamente asesinada, o la de una hermana anciana autoridad del pueblo diaguita en la zona de Amaicha en Tucumán también asesinada por oponerse a la minera La Alumbrera. Ninguno de estos casos, como tantos otros, tuvo visibilidad en los medios.
-¿Y cuál es la propuesta?
La propuesta entonces es hacer esta gran marcha para entregar un proyecto de ley, que llamamos “Ley del buen vivir”. A pesar dolor, del despojo y de la violencia sobre nuestros cuerpos hay una decisión de todas nosotras las mujeres de las 36 naciones originarias de proponer el Buen Vivir como derecho. Pero queremos extenderlo a todos los que habitan el actual territorio argentino. Queremos que el Buen Vivir sea una política para todos. Creemos que se puede construir así un nuevo país, bajo el precepto de Reciprocidad entre los pueblos y con la naturaleza.
-¿Entonces tienen un proyecto de ley por el Buen Vivir?
Sí, le dimos forma en un encuentro en Epuyén al que concurrieron 90 hermanas de todo el país y lo sintetizamos en un anteproyecto de ley. En el debate aparecieron temas como Energía, Salud, Vivienda, Territorio, Educación Justicia y todos los temas necesarios para el Buen Vivir que te puedas imaginar. ¡Se necesitaría refundar el país! Entonces proponemos que primero debemos formar un Consejo de mujeres Originarias Hacia el Buen Vivir y que este Consejo, con presupuesto, poderes para presentar proyectos de ley y autonomía, propicie una consulta de cómo queremos vivir y que dialogue con todos los sectores del país.
El 21 de abril, a las 16.00 vamos a estar marchando y entrando al Congreso para que las comisiones involucradas y todos los bloques nos reciban para entregarles el ante proyecto. Otra alternativa que estamos trabajando también es activar el mecanismo de la Consulta popular es decir juntar firmas de manera que el tratamiento de esta iniciativa sea ineludible.
Por Miguel Aguirre de Agenciaacta.org.