Al momento de la explosión, ocurrida la semana pasada y casi terminando la feria judicial, personal de la empresa de energía EDEN se encontraba en el edificio del Ministerio Público ubicado en calle Garibaldi, ya que la falta de luz afectaba el funcionamiento de los organismos desde la noche anterior. Sin embargo, no pudieron acceder de inmediato ya que la sala donde se produjo el incendio tenía las puertas cerradas con candado.

Los agentes judiciales que se encontraban prestando servicios, que no era numeroso porque se estaba aún de feria, abandonaron por sus propios medios el edificio al comprobar que de las puertas donde se produjo la explosión emanaba una cortina de humo. A raíz del incidente las actividades debieron ser interrumpidas, ya que el corte total del suministro eléctrico no sólo afectó a las dependencias del Poder Judicial sino también a los vecinos de la zona.

 Presencia de la AJB

Héctor Gutiérrez y Gustavo Rizzo, secretarios General y de Hacienda de la AJB San Nicolás, se hicieron presentes en el lugar a fin de interiorizarse sobre los pormenores de lo ocurrido. Ingresaron a la sala de celdas, constatando el daño producido y el deficiente arreglo en las filtraciones del techo (un reclamo hecho por el gremio en varias ocasiones).

Desde hace más de un año, la AJB Departamental y Provincial, han reclamado a la empresa EDEN, a la Suprema Corte de Justicia bonaerense y a la Procuración el retiro de las celdas del edificio por “constituir un grave problema para la seguridad de los compañeros”.

“Casi al finalizar el año pasado -explicó Oscar Yenni, secretario Gremial de la AJB Provincia- estuvimos allí haciendo una asamblea y denunciando públicamente que se retiren las celdas de EDEN, por constituir un grave riesgo. Afortunadamente hoy no tuvimos que lamentar problemas con los compañeros, pero seguiremos insistiendo con el retiro de las celdas ante la Corte y la Procuración”.

Los dictámenes de los peritos de la Corte y de la Procuración han recomendado, por diversos motivos, el retiro de las celdas de media tensión. Sin embargo, el alto costo que implica ese traslado hace que la empresa no sólo no lo realice sino que niegue la peligrosidad de las mismas.

“Hoy quedó demostrado -aseguró Gutiérrez- que las celdas sí constituyen un riesgo para los empleados y para todos aquellos justiciables que a diario transitan por allí. Por suerte no debimos lamentar accidentes personales, pero lo sucedido debe alertarnos a todos sobre la peligrosidad de mantener celdas de media tensión en el edificio de Garibaldi nº 9”, concluyó.