Blasco: “Hay compañeros que no se quieren jubilar porque es una condena en relación a los recursos”

El próximo 18 de diciembre, la CTA junto a la Multisectorial y la Corriente Sindical Clasista, ganará nuevamente las calles para acompañar a los jubilados en su tradicional brindis a pan y agua. Hugo Blasco, Secretario de Derechos Humanos de CTA Nacional y secretario General de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB-CTA), habló con ACTA sobre los alcances de esta jornada y las reivindicaciones que llevarán los jubilados a Plaza de Mayo.
blasco-La CTA va a marchar el próximo 18 de diciembre a Plaza de Mayo para brindar a pan y agua con los jubilados ¿Cuáles serán las reivindicaciones que llevarán los Judiciales a la movilización?

- Nosotros llegamos a esta instancia del año sobre la base de 3 reivindicaciones muy importante, que son: el no pago del impuesto a las ganancias sobre el salario, un bono de fin de año para todos los trabajadores y un doble aguinaldo para los jubilados.

En relación al impuesto a las ganancias; el hecho de no gravar este medio aguinaldo, de ninguna manera implica eliminar el problema o reducirlo, porque lo que no va a estar gravado es el medio aguinaldo, pero el sueldo de diciembre si va a estarlo, lo mismo que el de enero, febrero y marzo que sigue la misma historia. En este sentido, ratificamos la posición de nuestra Central en contra del impuesto al trabajo, que es el impuesto sobre los salarios de los trabajadores cuando, en este país, no paga la renta financiera, la especulación de la bolsa y demás, no pagan una moneda. Y la otra tiene que ver con los jubilados; en un país donde el 80% de los jubilados, cobra la mínima, el aguinaldo es verdaderamente una lágrima. Entendemos que, por lo menos, deberían cobrar el doble aguinaldo que significa cobrar doble salario en lugar de medio salario más. Estas son básicamente las reivindicaciones centrales de esta movida.

-A muchos compañeros, les sobra mucho mes cuando se les termina el salario.

- Estamos apuntando a dar respuestas en cuestiones que son de carácter urgente, por ejemplo el bono de fin de año –no sólo para trabajadores en relación de dependencia, sino también para beneficiarios de planes sociales- que obviamente necesitamos una bonificación a cuenta de la licuación aceleradísima y muy dura que venimos sufriendo sobre la capacidad adquisitiva. Esto es producto del proceso inflacionario que ya nadie niega, hasta el propio gobierno reconoce y en definitiva se discute si son 5 puntos más o menos, pero estamos hablando de 35/40 por ciento de inflación, sobretodo en los productos de la canasta familiar y aquellos que hacen a las necesidades nuestras de cada día.

-Además, la CTA insiste en la necesidad imperiosa de rediscutir la distribución de la riqueza en Argentina.

- Claro, se enmarcan en la pelea permanente de la Central en pos de otra redistribución del ingreso en Argentina, dado que con las tazas de ingreso altísimas que hemos tenido en los últimos años, no se ha conseguido el desarrollo que hubiera significado traducir el crecimiento económico en mejor calidad de vida de los argentinos y argentinas.

-¿Cómo es la situación de los jubilados que trabajaron para el Poder Judicial durante toda su vida?

- En todo el país hay situaciones muy diversas. Hay jubilados de provincias, como es el caso de Buenos Aires, que tienen cajas de jubilación donde existe la movilidad: es decir, la relación permanente de lo que gana el jubilado con el activo del mismo cargo que tenía al momento de jubilarse. Cuando conseguimos un aumento, es imperioso que sea en blanco y remunerativo, porque ese mismo porcentaje lo perciben los compañeros jubilados.

-Esto es lo que se exige precisamente con el 82% móvil.

- Claro. Pero en muchas provincias, pasan a cobrar por ANSeS, lo que significa que pasan a cobrar el 50% o menos del salario que percibía como activo. La situación de los jubilados judiciales difiere muchísimo de una provincia a otra. Incluso en provincias con regímenes propios de jubilación, tienen muchas sumas en negro, algo muy común en el Estado. Y hace que el trabajador activo, cuando se jubila, pierda una cantidad importante de haberes, porque el básico es muy chico, porque tenía muchas sumas no remunerativas en su salario; todo eso se pierde y el haber jubilatorio es muy menor. Hay provincias donde los compañeros no se quieren jubilar, aún siendo muy mayores y haciendo como pueden para seguir en actividad, porque la jubilación significa una condena a muerte desde el punto de vista de los recursos con los que va a contar para su manutención diaria.

 

 

 

Por Melissa Zenobi en Agenciaacta.org

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