

Los repudios virtuales no alcanzan, aunque deben hacerse, para detener este gobierno que con sus recetas económicas dejará, más temprano que tarde, el reguero de hambre y desesperanza en nuestro pueblo.
Debemos dar un paso hacia las elecciones de medio término, que ponga de pie un programa de salida a la crisis absolutamente distinto a lo que propone este gobierno. Alumbrar una esperanza que termine con esta etapa compleja de nuestro país.
Para esto las señales que debemos dar deben ser concretas. Unidad y pluralidad en nuestra representación, que permita sortear de la manera menos dolorosa esta experiencia de gobierno.