Enérgico repudio a la represión de la Policía Bonaerense sobre familias en la cancha de Gimnasia
Desde la Secretaría de DDHH de la CTA-A Provincia de Buenos Aires manifestamos nuestro repudio absoluto a la represión perpetrada ayer hacia familias que quisieron presenciar un espectáculo deportivo en la ciudad de La Plata, y también expresamos solidaridad con la familia de César Gustavo Regueiro, víctima fatal del accionar represivo, como así también con todas las personas que sufrieron la violencia policial.
El uso de la fuerza que fue injustificado, desmedido e irracional tuvo como víctimas a mujeres, niños, niñas, adultos mayores, publico en general, fue causante de la muerte de «Lolo» Regueiro de 57 años, un hincha que estaba intentando salvar a sus nietos de los gases lacrimogeno y las balas de goma.
Nos preocupa que este accionar no sea un hecho aislado, sino que se realiza en el marco de un aumento de la violencia institucional evidenciado ese mismo día en horas de la mañana en la Facultad de Humanidades de la UNLP, tambien en la ciudad de La Plata, cuando dos efectivos de la policía bonaerense realizaron disparos a mansalva con el pretexto de recapturar a dos estudiantes en contexto de encierro.
Exigimos la investigación a fondo de estos dos hechos que si bien parecen diferenciados, suceden el mismo día, en la misma ciudad, a poco de asumir un nuevo jefe policial.
No debemos permitir que este accionar quede impune, conocemos la peligrosidad de una fuerza que ha sido responsable de reiteradas violaciones a DDHH no solo en dictadura, sino también en democracia con nuevas desapariciones y muertes en cárceles y comisarías: Miguel Bru, Maximiliano Kosteky y Darío Santillan, Jorge Julio López, Luciano Arruga, Mariano Ferreyra, Facundo Astudillo Castro, Diana Abregú, por menciar algunas victimas de la violencia institucional y de la letalidad de una politica de mano dura.
Exigimos Justicia por «Lolo» Regueiro, investigación a fondo de las responsabilidades politicas detrás de este accionar asesino, y exortamos a la responsabilidad de la clase politica – oficialimo, oposición – en mantener la paz y por la plena garantía de los derechos humanos y el cese de la violencia institucional.
Fotos gentileza de Ignacio Amiconi