“No se separen nunca”
La CTAA Bonaerense acompañó el homenaje a la vida y militancia de Juan Jacobo Mogilner militante del PCML y Norma Beatriz Regalía militante del PRT – ERP realizado en Barrio Jardín de la ciudad de La Plata, y en el que se colocaron Baldosas por la memoria frente al domicilio donde criaron a sus tres hijos Javier, Eleonora y Germán.
En el nutrido acto en el que participaron organismos de Derechos Humanos, organizaciones sindicales, políticas y estudiantiles, primeramente Guillermo Mogilner, hermano de Juan expresó que “a Juan y a Beatriz les resultaba intolerable esa sociedad injusta y deforme, y por eso se pusieron en marcha para transformarla asumiendo conscientemente los esfuerzos y peligros de esa profunda transformación en la que habría lugar para todos los hijos del pueblo”.
Seguidamente Germán Mogilner, hijo de Juan y Beatriz y dirigente de la CTAA Bonaerense recordó a su Mamá y a su Papá en situaciones cotidianas donde no faltaron anécdotas sobre asambleas, debates, juegos y momentos de mucha calidez.
“Mi Vieja era trabajadora del Ministerio de Asuntos Agrarios y mi viejo era obrero de la Papelera San Jorge. Ambos militantes de las causas populares, y fueron parte de esa generación de compañeras y compañeros que le hizo temblar la pera y la oligarquía porque le hicieron sentir a un pueblo que el sueño de una patria libre justa y soberana era posible”, manifestó, para luego reivindicar a la generación de compañerxs militantes de los años 60 y 70 “porque sabían que el mundo se estaba configurando a lo que lamentablemente estamos viviendo hoy. Porque veníamos de un mundo con un 4% de pobreza y en donde en general las familias comían todas juntas. Hoy estamos en un mundo donde proliferan los comedores. Como militantes reivindicamos el trabajo de los compañeros que salen a buscar leña, se las rebusca manguear y le dan de comer a los pibes en los barrios. Pero ese no es el mundo con el que soñaron nuestros viejos”.
Cuando el 8 de junio de 1976 un operativo ilegal de secuestro y desaparición a cargo del Primer Cuerpo del Ejército irrumpió con violencia en la casa ubicada 85 Nº 132 entre 117 y 118, Norma les dijo a sus tres pequeños “¡los amo mucho mis amores!, ¡no se separen nunca!”. Esa frase marcó el destino de los hermanos que no sólo se mantuvieron unidos, sino que también fueron a buscar a Mariana y Cecilia, las mellizas que su Papá Juan había tenido con su compañera María Irene Gavalda.
“Hay quienes creen en el más allá, yo creo que mis viejos nos miran desde el más acá”, dijo Germán golpeándose con su puño dos veces sobre su corazón. “Y los llevamos continuando la militancia, y es urgente que todos sus sueños se cumplan porque hoy estamos asistimos nuevamente a momentos en los que se definen para dónde vamos: si los pibes van a seguir comiendo polenta en el comedor, o si van a comer comida con sus familias en sus casas, ir a la escuela y si van a ser felices. Son momentos de claridad el momento político, de teern valentía política de movilización popular y de un proceso de poder popular para poder dar vuelta la tortilla y para que el canto de otro gallo sea el que nos levante a la mañana”, concluyó.
En el acto estuvieron PRESENTES Norma Beatríz Regalía, Juan Jaboco Mogilner, María Irene Gavalda, y 30 mil compañeras y compañeros detenidxs desaparecidxs.
También compañerxs de la Mesa Provincial de la CTAA Bonaerense, del Consejo Directivo Provincial de ATE, dirigentes de la conducción nacional de ATE, CTAA, de la Regional La Plata-Ensenada, Berisso, de la CNTI, FeNaT, Agrupación Estudiantil La Randa y numerosos organismos de Derechos Humanos.