MAR: “En Argentina hay cada vez más hambre, pero cada vez más ganancia para los monopolios”
El Movimiento Argentina Rebelde concentró en el Obelisco y marchó al Ministerio de Desarrollo Social demandando al Gobierno Nacional aumento y distribución inmediata de los alimentos para los merenderos y comedores populares; trabajo genuino y obra pública en los barrios; viviendas populares para las millones de familias que ante la crisis ya no pueden pagar el alquiler; apertura de los programas sociales y aumento acorde a la canasta básica familiar de su monto y libertad inmediata a Belén Guevara.
“Hoy en la Argentina una familia tipo de 4 personas necesita casi $55.000 para no ser pobre, y unos $23.000 para no ser indigente. En esta Argentina donde cada vez más escasea el trabajo genuino y el empleo formal y dónde millones de trabajadores y trabajadoras son condenadas además a vivir en barrios sin cloacas, con escasa agua potable, con permanentes cortes de luz, y con una salud cada vez más deteriorada y empeorada por la presencia de la pandemia del covid-19”, sostuvieron.
“Con sueldos de promedio para el pueblo trabajador de 36,000 pesos para los varones trabajadores Y peor para las mujeres cuyo sueldo ronda los $29000, llegar a fin de mes se vuelve imposible. Según el gobierno, la oposición, las patronales y las centrales sindicales esto se debe principalmente a la crisis de la pandemia, sin embargo las ganancias que han tenido distintos sectores monopólicos ha sido extraordinaria y han producido un ensanchamiento de la brecha en la desigualdad social. Claramente la crisis se descarga hacia un sector y hacia una clase social y no así hacia los empresarios y los bancos que dominan la economía”, ampliaron.
“En este marco con una desocupación y una precarización laboral cada vez mayor las medidas del gobierno no sólo no palean la crisis, sino que de fondo favorecen a esta concentración de las riquezas en cada vez menos manos. Mientras aumentan muy por debajo las prestaciones sociales respecto a la inflación, Alberto Fernández exime de impuestos millonarios a las grandes empresas y los favorece de forma permanente, retrocediendo rápidamente ante cualquier cacareo de estos sectores concentrados. Los discursos progresistas no llenan las heladeras, ni mejoran objetivamente las condiciones de vida”, concluyeron.