Incansable despliegue solidario en La Plata
Al ritmo de las necesidades urgentes en los territorios profundizadas por la pandemia, crece la organización popular, que se torna imprescindible en una región donde la crisis habitacional es moneda corriente desde hace varios años. Como también lo ha sido la falta de políticas de los gobiernos para resolverla.
Desde marzo de 2020 se han multiplicado las familias que ya no pueden pagar un alquiler, mucho menos comprar un terreno para construir una vivienda. Ni siquiera tienen para parar la olla dada la falta de empleo que ya era alta antes del covid19, y ha descendido a una situación desesperante.
En este contexto, entre mate y mate, mientras se pican las verduras que irán a las ollas populares, surgen las ganas de ayudar para que a nadie la falte un plato de comida. También ideas para generar emprendimientos cooperativos pensando en tareas de desmalezamiento, limpieza institucional, servicios vinculados a la gastronomía, o tareas ligadas al rubro de la construcción. La imaginación del pueblo trabajador a la hora de enfrentar las crisis generadas por los ricos, no tiene límites.
“Con los compañeros municipales de ATE entendimos que podíamos hacer algo más allá de nuestros lugares de laburo, y es por eso que comenzamos a acercarnos de otra manera a los comedores o merenderos que venían funcionando en la zona de Cementerio, Altos de San Lorenzo”, cuenta Emanuel De Matías, trabajador y delegado del cementerio, Secretario General de la Junta Interna de Municipales Platenses de ATE, y militante de la Regional La Plata de la CTA Autónoma Bonaerense.
“Cuando entre un par se empieza a hacer algo para ayudar al otro, siempre se va sumando gente, es como una cadena. La gente humilde ante la necesidad, no se acovacha ni hace la suya; sale a poner el pecho y bancar a su vecina o su vecino”, dice Emanuel, al tiempo que cuenta que “los miércoles cocinamos en el Comedor La Familia, del Barrio Cementerio (73 139 y 140) y en el Comedor Los Parientes (80 y 141), donde se cocina los martes la cena,y los jueves la merienda para todas las familias de la zona”.
Además recientemente se organizó una olla popular en 81 entre 18 y 19, donde también se hacen cena, almuerzo y merienda, y en las calles 23 y 85.
“Venimos a pleno, estamos por abrir en 76 entre 142 y 143 también”, cuenta Emanuel, mientras llegan las primeras familias con el tupper.
Una cumbia del grupo «7 Lunas» que se escucha desde un celular musicaliza el ambiente aún perfumado con olor a leña y ese gustito a guiso irresistible, condimentado con empatía, y servido con la alegría que genera el hecho de compartir.
Arriba, las estrellas titilan…como aplaudiendo.
*Equipo de Comunicación CTAA Regional La Plata Ensenada.