2 de abril: gloria y honor a los héroes y heroínas de Malvinas
Hoy rendimos homenaje a nuestros héroes y heroínas de Malvinas, conmemorando a los soldados caídos en combate, a quienes no soportaron la indiferencia de un estado que les dio espalda, y a quienes continuaron adelante luchando por mantener viva la memoria, por justas reivindicaciones, y por conquistas como el reconocimiento de los cuerpos enterrados como NN en las Islas.
Fruto de una lucha incansable, se conoce la historia por muchos años ocultada de las mujeres de Malvinas. Las compañeras enfermeras e instrumentadoras quirúrgicas, que fueron quienes curaron a los pibes y quienes además a la edad de 17 años, debían contener a soldados mutilados, que habían visto morir compañeros en las condiciones más hostiles, y quienes también eran torturados por las propias jerarquías militares argentinas. Al igual que los soldados, las compañeras también fueron víctimas de todo tipo de abusos y maltratos por parte de los jerarcas militares y sufrieron todo tipo de amenazas y presiones por animarse a denunciarlo.
Dos de ellas son Claudia Patricia Lorenzini, compañera Auxiliar de la Educación y Nancy Castro, compañera del Hospital Sor María Ludovica, quienes desde la CTA Autónoma Bonaerense, recogieron la bandera de Malvinas junto a sus compañeras y compañeros, y la pusieron bien en alto, con orgullo Argentino y orgullo de clase trabajadora. Patricia y Nancy fueron protagonistas fundamental en la visibilización del importantísimo rol de las mujeres en la guerra de Malvinas, silenciado durante décadas.
Por eso siempre sus compañeros de la CTA Autónoma y ATE Provincia de Buenos Aires, auxiliares de la educación y la comunidad educativa, les rendimos homenaje con mucho cariño y admiración por sus incesantes actos de amor, en el hospital curando y conteniendo a los soldados, en las escuelas atendiendo y hospitales con cariño a pibes y pibas, y en al sindicato acompañando todas las luchas de sus hermanas y hermanos de clase. Sus compañerxs les rendimos homenaje todos los días, poniendo cuerpo y alma para «Defender la Alegría, como una Trinchera».