El sábado 16 por la mañana, organizaciones de DD. HH., sindicatos, centros de estudiantes, movimientos sociales y partidos políticos se concentraron en la Plaza de San Miguel bajo la consigna “La memoria no se toca. No a la Reserva Natural en Campo de Mayo”, a días de cumplirse 43 años del inicio de la dictadura cívico-militar más sangrienta de nuestro país, que dejo el saldo de 30.000 compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos y miles de muertos.
Encolumnada detrás de una bandera con la consigna “Son 30.000, fue genocidio”, la CTA Autónoma formó una nutrida columna con compañeros y compañeras de los distritos de Malvinas Argentinas, General Rodríguez y San Martín. También participaron compañeros y compañeras referentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De ésta columna, formaron parte la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Movimiento Somos Pueblo, Organizaciones Libres del Pueblo (OLP), La Simón Bolívar y Convocatoria Segunda Independencia. De la movilización contó con la presencia del Secretario General de la CTA Autónoma, Ricardo Peidro.
Héctor Quiroga, Secretario General de la CTA Autónoma Malvinas Argentinas afirmó: “Ésta movilización es sumamente importante porque estamos denunciando que aquí, dónde funcionaron cuatro CCD (Centros Clandestinos de Detención), una maternidad clandestina y desde dónde partían los vuelos de la muerte, el gobierno quiere crear una reserva natural que para nosotros y nosotras significa cubrir con un manto de impunidad los crímenes atroces de la última dictadura”.
Por su parte, Diego Carrizo, Secretario de Derechos Humanos de la CTA Autónoma Malvinas Argentinas, aseguró: “Este día volvemos a reafirmar el compromiso que tiene nuestra organización con la defensa de los derechos humanos de ayer y hoy”.
“Esta decisión política de unidad de acción la vamos a seguir sosteniendo, es por eso que vamos camino a la creación de una coordinadora de DD.HH. en la región, junto a las organizaciones con las que venimos articulando desde 2017”, sostuvo Diego Carrizo.
La movilización terminó en las puertas de la “Escuela de Sub Oficiales del Ejercito Sargento Cabral”, donde se leyó de forma colectiva un documento consensuado por todas las organizaciones convocantes.