En la tarde de ayer, fueron muchas las compañeras y los compañeros que se reunieron en la charla debate sobre cómo afecta el recorte presupuestario en la vida cotidiana de las mujeres. El panel estuvo coordinado por Silvia León, Secretaria de Género de la CTA Autónoma e integrado por Karina Almirón, trabajadora despedida del Hospital Posadas, Mariana Rivolta, del Idep, Lucía Marterote y Victoria Gallo, del ELA y Betina Müller, del Foro Feminista contra el G-20.
Frente al Congreso y en círculo, mujeres y varones de diferentes sectores de trabajo, se dieron cita para debatir cómo afecta el recorte presupuestario en la vida diaria de las mujeres, porque somos las mujeres las que sostenemos las dobles o triples jornadas de trabajo, los trabajos de cuidado que no se pagan y son invisibilizados, quienes nos encargamos de los comedores y también somos las mujeres las que seremos más perjudicadas con las políticas de ajuste.
Silvia León, Secretaria de Género de la CTA Autónoma, presentó el panel y dijo que simultáneamente con esta mesa, está teniendo lugar en Buenos Aires el Woman 20, donde están las mujeres que sostienen el ajuste y que participan del G-20, pero “nosotras hemos tomado la decisión de caminar otro camino, denunciando el ajuste y organizándonos para la resistencia y la ofensiva. Es mentira que hay un crecimiento en las políticas de género: lo que trae atrás es mayor precarización y pérdida de derechos de las mujeres. Para nosotras y nosotros es sumamente importante que en el presupuesto esté lo que el movimiento de mujeres en las calles venimos peleando y construyendo y que hemos logrado vencer la gobernabilidad en el Congreso por el derecho al aborto. Es fundamental que aparezca claramente la falta de inversión del presupuesto”, explicitó la dirigente.
Luego, Mariana Rivolta, del IDEP manifestó que “este es un presupuesto que resulta confuso. Cruzando todos los ministerios, nos fuimos encontrando, por ejemplo que en el Poder Legislativo, no hay nada concreto en relación a la problemática de género. Después aparecen en otros ministerios, sobre todo en Seguridad, el nombre de acciones con perspectiva de género, pero no se detalla a qué se refieren. Hasta septiembre, los presupuestos adjudicados a género, se utilizaron entre el 20 y el 40%. Estamos abajo del 1% de lo que se va en intereses de la deuda”.
Lucía Marterote, del ELA dijo: “Nosotras vimos que en el caso del Inam, aunque hay un aumento en términos nominales, teniendo en cuenta la inflación, no es real. Otro tema, son los refugios para las situaciones de violencia, desde 2016 a la fecha no es posible visibilizar cuáles son los recursos para ellos. Según lo que declara el propio Gobierno, para el pago de los intereses de la deuda se destinará un 15%, lo que equivale al presupuesto de 5 Ministerios”.
Por su parte, Victoria Gallo, también del ELA, agregó: “En la medida en que crece el pago de intereses, se reducen las partidas presupuestarias para políticas sociales. El problema es que si pensamos el presupuesto como los servicios del Estado, lo concreto es que va a ser menos en materia de derechos y más en intereses de la deuda. Cuando uno recorta partidas de salud, de educación, termina pasando que las mujeres que nos ocupamos más de los trabajos no remunerados, padecemos más el achicamiento del Estado porque eso sobre carga nuestras espaldas”.
Betina Müller, del Foro Feminista contra el G-20 se preguntó qué tienen que ver las mujeres del G20 con el presupuesto, y explicó las razones de ser el G-20: “Cuando nace el G-20, nace para estabilizar el sistema financiero internacional, lo que significa que todos los países del mundo deberían funcionar con las recetas de los organismos multilaterales de crédito”.
Müller destacó además que la idea del G-20 es que el futuro del trabajo sea en plataformas, “alejados y alejadas de otros y de otras para no poder organizarnos. Están recortando muchos puestos intentando sustituirlos a través de plataformas, estableciendo el gobierno electrónico, la salud, el comercio electrónico, llevar todo al espacio virtual. Siempre, las que más sufrimos somos las mujeres, pero para denunciar todo esto vamos a estar en la calle del 25 de noviembre al 1 de diciembre para decir no en nuestro nombre y no al G-20”.
Silvia León señaló que “el ajuste tiene cara de mujer porque se están recortando políticas centrales, de salud, de cuidados, de pensiones, de educación, salvo en los lugares como fabricaciones militares, en el resto de los ministerios y lugares, la mayoría de las despedidas hemos sido mujeres”.
Para finalizar las exposiciones tomó la palabra Karina Almirón, trabajadora triplemente despedida del Hospital Posadas: “Las mujeres sufrimos doblemente los despidos porque somos sostenes de hogar, estamos siendo doblemente atacadas. Se cerraron muchos jardines maternales en muchos lugares del Estado. No es casual que ahora que las mujeres salimos, tomamos las calles, peleamos por nuestros derechos, no es casual que justo ahora nos quieran mandar a trabajar a nuestras casas, en computadoras porque la calle es el lugar donde socializamos, nos organizamos, no es casualidad que desde que pelamos por el aborto legal nos quieran mandar a nuestra casa”.
Ante el aplauso y la complicidad de todas las presentes, Almirón dijo además que si se aplica este presupuesto no vamos a poder acceder al aborto no punible, ni a los métodos anticonceptivos. Y para ponerle cara al ajuste contó el caso de una mujer real, de carne y hueso: “María no tiene obra social, no tiene trabajo, tiene 2 hijos, la semana pasada se descompuso. En la salita de su barrio no pudieron darle respuestas, la llevaron al Posadas y tuvo un aneurisma cerebral, pero no la operaron, le dijeron que no había insumos. El director mandó a llamar a los familiares y los mandó a pedir los insumos al Ministerio. Hoy María está en coma, con muerte cerebral. Esto es criminal. El recorte es sobre las pobres y sobre los pobres y por eso tenemos que frenar este recorte en las calles”.
Claudia Baigorria, Secretaria General Adjunta de la CTA-A, señaló: “Siempre somos las mujeres las que sobrecargamos nuestras jornadas. Somos las mujeres quienes sostienen las ollas en los merenderos y comedores, que cada vez se llenan más y tienen menos valor nutricional. Están comprometiendo a los sectores más vulnerables. Esta carpa tiene que ver con una visibilización frente al Congreso para decirles a los diputados y diputadas que no se atrevan a votar a favor de este presupuesto de hambre y de ajuste”.
También estuvieron presentes Clarisa Gambera, Silvia Bergalio, Lidia Meza, Cynthia Pock, Viviana García, Olivia Ruiz, Miriam Liempe, Yanina Grismau, Eli Farías y Alejandra Brillante, entre otras compañeras.
El panel terminó con todas las mujeres en ronda repitiendo el mantra: ¡Nos tienen miedo porque ya no tenemos miedo, el miedo, que arda!
El cierre fue a pura murga uruguaya con Les Payases de Overol.
La CTA-A participó del Foro Feminista contra el G-20
También en el Congreso, frente al acampe de la CTA-A, cientos de mujeres argentinas de diferentes movimientos feministas se movilizaron para rechazar el denominado Woman 20.
«Nos quieren en nuestras casas, nos quieren despedidas, nos quieren precarizadas, nos quieren aisladas, pero no lo vamos a permitir, seguiremos construyendo la unidad de las mujeres trabajadoras», dijo Yanina Grismau, secretaria de la CTA-A de La Plata y Ensenada, invitada a participar en la mesa sobre Violencias Económicas.
Fotos: Fabian Piedras
Nota de Ines Hayes, periodista, docente universitaria y directora de la Secretaría de Comunicación de la CTA Autónoma
Fuente: agenciacta.org