Conflictividad laboral
En el cuarto trimestre de 2017 se registró una caída interanual del 12% en el total de conflictos laborales. Este retroceso se explica fundamentalmente por la disminución de los conflictos en el sector privado, que pasaron de 74 en el cuarto trimestre de 2016 a 53 en el mismo período de 2017.
En el sector privado la dinámica de los conflictos estuvo muy vinculada a situaciones de crisis económica: el 53% de los conflictos se originaron en despidos, suspensiones o reclamos por deudas salariales, contra un 38% registrado un año atrás. Por oposición, los reclamos por aumentos salariales apenas estuvieron presentes en uno de cada cinco conflictos del sector privado.
Los conflictos en el sector público se mantuvieron relativamente constantes en comparación con un año atrás, pero con un crecimiento de la participación relativa de reclamos vinculados a situaciones de crisis (deudas salariales, renovación de contratos) y una fuerte caída de los reclamos por aumentos salariales que pasaron de estar presentes en el 44% de los casos en el cuarto trimestre de 2016 a un 26% en el mismo período de 2017.
Los conflictos de trabajadores del sector informal experimentaron un fuerte crecimiento interanual, pasando de 13 a 20 conflictos, aunque todavía siguen representando una porción minoritaria del total.
Negociación colectiva
La cantidad de convenios y acuerdos colectivos homologados por el Ministerio de Trabajo de la Nación durante el año 2017 se desplomó un 42% en comparación con 2016. Para encontrar un año con menor cantidad de homologaciones hay remontarse al 2006.
Esta caída afectó con mayor intensidad a los convenios colectivos por rama de actividad: en el 2017 se homologaron tan solo 3, lo que implica una caída del 90% respecto del 2015. Por su parte, los convenios por empresa cayeron un 65%, los acuerdos por empresa un 53% y los acuerdos por actividad un 35%.
La negociación colectiva durante el 2017 estuvo en gran medida acotada a la discusión salarial. Los incrementos salariales se ubicaron casi en su totalidad entre el 20% y el 25%, por lo que en muchos casos no llegaron a equiparar la inflación anual del 24,8%.
En algunas actividades (bancarios, sanidad, sector público bonaerense) la existencia de «cláusulas gatillo» permitió disparar aumentos automáticos que compensaron una inflación mayor a la esperada. En otros casos (comercio, obras sanitarias, administración pública nacional) se negociaron incrementos complementarios a percibir en cuotas durante los primeros meses de 2018 («cláusulas de revisión»).
Mercado de trabajo
El salario real de los trabajadores experimentó en el cuarto trimestre de 2017 una leve suba interanual, que ascendió al 0,5% para los asalariados registrados del sector privado y al 0,7% en el sector público. Este aumento estuvo lejos de compensar las caídas del 2016, por lo que en ambos casos se encuentran muy por debajo de los niveles del cuarto trimestre de 2015 (5,4% y 6,7% respectivamente).
En el cuarto trimestre de 2017 el ritmo de incremento salarial disminuyó tanto para los trabajadores del sector privado como del sector público, y en el mes de diciembre de 2017 la comparación interanual fue negativa en ambos sectores (2% y 1% respectivamente).
Luego de la fuerte caída del año 2016, la cantidad de asalariados registrados en el sector privado comenzó a crecer y en el cuarto trimestre de 2017 superó por primera vez los registros del mismo período de 2015. Sin embargo, las tasas más elevadas de crecimiento según la modalidad de inserción en la estructura ocupacional siguen siendo de los monotributistas sociales (8,8% i.a.), los monotributistas (7% i.a.) y los trabajadores de casas particulares (4,3% i.a.).
Dentro de los asalariados registrados del sector privado el crecimiento del empleo se explica casi exclusivamente por el aumento de la industria de la construcción (11% i.a.), mientras que la industria manufacturera y otros sectores productores de bienes siguen presentando variaciones interanuales negativas (1,6% y 0,8% respectivamente).