Oscar De Isasi: “un bicho de hospital”

En una entrevista distendida y fuera de agenda, el Secretario General de la CTA Autónoma de la Provincia de Buenos Aires y Secretario General de ATE en la misma provincia, conversó sobre su juventud, su militancia, y su tempranísima relación con el Hospital de Niños Sor María Ludovica donde después de haberse criado prácticamente allí fue camillero y Delegado de ATE años más tarde. Pasen y lean…

Sin patovicas, intermediarios, aparato ni chofer. Se traslada sólo, con una mochila negra -que a esta altura parece ya una extensión de su cuerpo- sujetada a uno de los brazos. Sus nuevos vecinos de Parque Sicardi (donde está construyendo su casa) lo ven cada tanto por la calle 650 trotando y acelerando el ritmo buscando el estado físico necesario para llevar adelante su exigente rutina que comienza desde muy temprano.
Oscar “El Colo” de Isasi es un dirigente que predica con el ejemplo. En una parte de la sociedad todavía existe la idea de que “los sindicalistas son todos iguales”, que llevan una vida cómoda alejada de las bases, como en una burbuja. Pero a pesar de ser Secretario General de la CTA Autónoma y de ATE en la Provincia de Buenos Aires, nunca dejó de ser un militante de base. Sigue caminando entre la gente en cada movilización, compartiendo un mate y dándose tiempo para vincularse con sus compañeros y compañeras de lucha. Alguna broma, alguna chicana vinculada a su pasión por Estudiante de La Plata, alguna foto: y cuando llega el momento de subir al escenario “se come la cancha” con su poderosa capacidad de oratoria.
Una de las características físicas del Colo además de su estatura, es su cabellera larga y enrulada que no se corta desde 1982, año en que salió de la colimba. “Salí antes de la guerra, estaba en la aeronáutica y a partir de ahí me dejé el pelo largo y la barba hasta que se caiga. Por ahora no se cae”. Reconoce que a veces puede ser tan difícil una discusión con algún funcionario, como desenredarlo cuando se entrelaza. Es que su cabellera no anda paseando precisamente por restaurantes franceses, sino entre quema de gomas, transpirando con la multitud. Y como toda historia, la suya también tiene un comienzo dentro de la militancia gremial

“El debate comienza por casa”

“Mi viejo, Zenon, era peronista ortodoxo y yo discutía con él porque no estaba de acuerdo con la defensa que hacía sobre Lorenzo Miguel. Viéndolo a la distancia, creo que además de una construcción de identidad política, también estaba buscando mi espacio como hombre” Si hoy en día se habla de los debates en el peronismo, ni que imaginarse en aquellos tiempos de dictadura. “Se discutía despacito igual, porque mi viejo tenía miedo por nosotros. A partir de ahí empecé a transitar como simpatizante el camino del peronismo. En el 82’ tuve un pequeño lapso de militancia, en un contexto de gran crisis al interior del PJ. Después milité en la Juventud Peronista, cuando vino la renovación. Hasta llegué hacer campaña por `el Carlo´, que prometía revolución productiva, por el salariazo”
A los pocos días de que Menem venciera al cordobés Eduardo Angeloz, el Colo se fue del peronismo y se incorporó a ATE, iniciando un recorrido en el que Víctor De Genaro, Claudio Lozano y Germán Abdala marcaban el rumbo hacia lo que sería pocos años más tarde la CTA, una nueva manera de entender la representación sindical y su función sociopolítica.

 

“Bicho de hospital”

“Soy un bicho de hospital. Comencé a ir desde los 5 años con mi Vieja, Irma, que era enfermera y me llevaba porque trabajaba de noche y no tenía donde dejarme. Entonces íbamos a lo que hoy es la sala 3, en ese momento era la sala 12 de neonatología. Cuando eso las enfermeras entraban, medicaban y se iban limpiando los vidrios, los pisos…hacían absolutamente de todo. Y yo dormía en la cama que sobraba, si es que había alguna libre. Me acuerdo que iba con la expectativa de `ligar´ algún juguete de las donaciones que venían”
Años más tarde ingresó como camillero, y recuerda que la estabilidad laboral no había sido alcanzada aún por las garras del neoliberalismo menemista que profundizó las políticas de vaciamiento inconclusas por la dictadura genocida del 76’: “Los hospitales estaban mejor, no estaban bien. Indudablemente a partir de la dictadura que en nombre de una guerra en realidad lo que vino a hacer es destruir un movimiento popular importante, quizás el más importante de Latinoamérica, y a destruir un modelo social y económico. A partir de ahí empezó la decadencia de lo que es el Estado como redistribuidor de la riqueza al servicio de las mayorías. Los hospitales ya comenzaban a sentir la sobrecarga de demanda porque el primer nivel de atención, lo que es la unidad sanitaria donde se deben resolver el 80% de los problemas empezaba a ser desabastecido, empezaba a haber inconvenientes. Sin lugar a dudas los 90’ fueron lo que desestructuraron todo, la transferencia de hospitales nacionales…se aceleró ese proceso. Pero yo creo que el 76’ fue el que marcó otro modelo de Estado a sangre y fuego, moldeado en función de los intereses de los poderosos, y por ende que hacía caer las áreas sociales, salud, educación…”

 

Militancia en ATE

Por alguna razón De Isasi no se afilió al Sindicato de Salud Pública que era lo tradicional en ese momento dentro del hospital. En ese sentido, afirma que su llegada a ATE fue propiciada por dos razones; “uno está predispuesto a partir de algo que le impacta, y por otro lado porque el gremio estaba con las puertas abiertas para que se incorporara lo nuevo”
Un compañero del Instituto de Previsión Social que vivía, y aún hoy vive en La Favela (un barrio obrero de la ciudad de La Plata) llegó al Hospital de Niños con una propuesta: ser parte de una nueva tendencia dentro del gremio de los estatales: ATE Participación. Esa persona hacía poco tiempo que había recuperado la libertad después de años en prisión a manos de la dictadura. Por ser el más joven dentro de su pabellón lo apodaban “Cachorro”. Se trataba de Hugo Godoy, el hoy Secretario General de ATE a nivel Nacional: 
“Nosotros éramos oposición. Carlos Vallejos era el Secretario General, nosotros desde la vereda de enfrente impulsábamos la Lista Verde de Víctor de Genaro que había recuperado el gremio a nivel nacional en el año 1985. Pero la mayoría de las seccionales no respondían a la línea de “La Verde”, sino a la azul y blanca, que habían estado ligadas Juan Roberto Horvatah, un tipo que había estado muy comprometido con la Armada en la dictadura. Entonces nosotros éramos los que impulsábamos la política de Víctor en La Plata. Lo que son las vueltas de la vida porque Vallejo en el 55’ había puesto un tanque de guerra frente al departamento de policía. Cuando se dio la `revolución fusiladora´, él se reveló. Estaba haciendo la colimba, entonces se fue con un tanque y lo plantó frente al departamento de policía en la escalinata. Con el tiempo terminó siendo un dirigente sindical ortodoxo, que no respondía a la realidad de ese momento. Yo ahí aprendí a no ser tan ligero de palabra y no acusar de traidores a los que no piensan como uno. Hasta al enemigo se lo respeta, porque está enfrente. Al traidor se lo vomita, porque vos le das la confianza y te da con el puñal por la espalda. Entonces hay que ser muy cuidadoso. Cuando se dió la fractura de la CTA, en medio de momentos muy dolorosos, de mucho debate, de un lado y de otro era muy fácil acusar al otro de traidores…y se trataba de compañeros con quienes teníamos y tenemos profundas diferencias políticas, que disputábamos en todas las líneas, ¿pero de ahí a hablar de traidores?…Y en este caso con Vallejos creo que fue un hombre manejado por otros intereses, pero que tuvo su momento de importancia con el tanque y después quedó perdido en el tiempo de la política”
En algunas imágenes de videos y fotos de grandes hitos de la CTA sucedidos a lo largo de sus 25 años de historia, como la Marcha Federal en 1994, la Marcha Grande por el Trabajo en 2001, o La Constituyente Social de Octubre de 2008 en Jujuy, se distingue entre la multitud un muchacho de cabellera colorada que sobresale visualmente por su estatura. La misma postal se repetirá en los archivos sobre la lucha contra el Aguinaldo en 4 cuotas de Scioli, la impresionante marcha en el marco de un paro general convocado por ATE el 24 de febrero de 2016 para frenar los despidos en el Estado, la criminalización del a protesta y exigiendo la apertura de paritarias libres, y la impactante movilización de 50 mil trabajadores de una multisectorial también convocada por la CTA Autónoma y ATE en rechazo a las leyes de Emergencia Administrativa y Modernización del Estado en mayo de 2016. “La unidad por abajo garantiza la unidad por arriba”, en un concepto repetido por Oscar De Isasi, y ahí está él entre sus compañeros, desde el llano, como siempre lo ha hecho en cada marcha o en cada asamblea a pesar de tener ahora responsabilidades políticas. A nadie debiera sorprenderle, porque eso es “ser CTA”


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