Ausentismo docente ¿Falta de voluntad profesional o irresponsabilidad estatal con la educación?
La suspensiones de clases, condiciones de trabajo y salud laboral, insuficiencia salarial por cargo, un trabajo estable con derechos en un contexto social de precarización laboral, y las consecuencias del atraso en el pago de salarios, son algunas de los problemas que se ocultan desde el sentido común, y deben sortear los docentes. Una investigación realizada por Lorenzo Labourdette, con aportes del grupo editorial de Punto Docente (CAPEGH), analiza la problemática de manera integral y aporta soluciones.
“Todo problema se hace visible a través de las consecuencias y no de las causas. En educación mucho se habla del “ausentismo docente”, se lo relaciona al Estatuto del sector y por ende a los derechos laborales. Como si la responsabilidad de las ausencias de docentes en las escuelas fuera un problema de “voluntad”, de no querer ir a trabajar. Con ello se antepone la individualidad de quién falta sin considerar que el sujeto está inserto en un sistema tanto educativo como social.
Así el propio concepto “ausentismo docente” debe ponerse en cuestión ya que proyecta una carga peyorativa orientada a generar una representación simbólica cuyo último sentido tiende a desprestigiar el rol de lxs educadorxs. Generalmente el concepto es utilizado por el poder político con el único fin minimizar nuestro trabajo y con ello desvirtuar y ocultar su responsabilidad para con la educación. De ahí en más, es tomado por los medios de comunicación y naturalizado por las familias.
En el sistema educativo bonaerense la desinversión se expresa en una baja del insuficiente presupuesto del 33% en 2008 a 27% en 2015 (según la FEB: ver gráfico más abajo). Ello en un contexto en el cual desde el año 2007 se extiende la obligatoriedad escolar al nivel secundario, redistribuyéndose un menor presupuesto en una mayor cantidad de alumnos de escolaridad obligatoria.
Como se demostrará el problema no es el Estatuto del Docente sino la falta de inversión, problemas sociales más generales y aspectos relacionados a la política educativa.”
Los motivos del ausentismo dice Labourdette, son varios: condiciones de trabajo y salud laboral, insuficiencia salarial por cargo, un trabajo estable con derechos en un contexto social de precarización laboral, y las consecuencias del atraso en el pago de salarios. Y en ese sentido describe cada problemática:
Condiciones de trabajo
“Menor inversión significa, entre otras cosas, que no se designan los miles de cargos docentes (bibliotecarios, gabinetes, directivos, secretarios, preceptores de primaria, etc.) que se deben crear según lo estipulado en las resoluciones 3367/05 o 333/09 en función de la cantidad de alumnos y secciones por escuela.”
Tomemos solo un caso para referenciar los inconvenientes que esta situación genera, abocándonos al problema del ausentismo sin considerar las consecuencias pedagógicas implícitas. En primaria, solo por tomar un ejemplo, la no existencia de preceptores que por resolución deberían estar designados obliga a que lxs maestrxs deban no solo cubrir las horas de clases sino también los recreos
Las consecuencias del atraso en el pago de salarios
Las vacantes por licencias se cubren con suplentes. Quien un cargo en estas condiciones tarda entre 4 y 6 meses en que se le regule la situación salarial: no cobra durante ese período. De ahí que muchxs docentes decidimos no tomar licencias cortas por la incertidumbre de no cobrar. Así el problema se profundiza afectando drásticamente la situación en las escuelas en donde muchos cargos por corto tiempo quedan sin cobertura. En estos casos no existe tal “ausentismo” sino ausencia de docentes ante la irresponsable política gubernamental
Los paros
¿Qué deben hacer los sindicatos si un trabajador presta servicio y no cobra por varios meses? En la actualidad alrededor de 70.000 docentes trabajan sin cobrar en tiempo y forma. Ello en el contexto de precarización laboral y de cara a los otros problemas nombrados en este espacio. En esos casos las medidas de fuerza se imponen afectándose el desarrollo de las clases. ¿Asistimos a un caso de irresponsabilidad gremial o a una irresponsable política gubernamental que al no abonar salarios, no invertir en el sistema, obliga a las medidas de fuerza? Los beneficios para el sistema en su conjunto de tales medidas han sido demostrados en las acciones desarrolladas por las escuelas y SUTEBA La Plata en el duro conflicto por infraestructura escolar.
¿Qué pasaría si por cada cargo se pagara exactamente algo más del doble de lo abonado y se impidiera al docente cubrir más de un cargo? Serían muchos los beneficios, máxime cuando se obligara al mismo tiempo a cumplir con algún tipo de formación (cursar por semestre una materia acorde a los intereses particulares en un Instituto de Formación Docente, un curso en el Centro de Investigación Educativo, un seminario en alguna facultad, o donde sea). En este caso se concurrirían no solo a bajar el “ausentismo” a un tercio: si se trabaja un cargo en vez de tres, y por alguna situación particular el docente debe faltar, ese trabajador solo estará ausente en una escuela no en tres. Lo mismo si trabaja en un cargo en vez de dos.
Un trabajo estable, con derechos, en un contexto social de precarización laboral
Es de conocimiento público que en el mundo laboral general el trabajo en negro o en condiciones de contratación precaria es en buena medida la regla. En este contexto, que trasciende la individualidad docente y al sistema educativo, sucede que la diversidad de situaciones familiares imponen un estímulo a que sea el/la docente quien se encargue de los hijos o familiares en situación de enfermedad, ya que tiene el derecho de hacerlo. Si, por el contrario, no lo hiciera el/la docente, es muy posible que el/la conviviente arriesgue su puesto de trabajo.»
CTA Buenos Aires.