–Contanos cuáles eran tus tareas adentro de La Tecno y con qué excusa te despidieron.
– Soy Licenciada en Periodismo y desde hace 9 años estaba trabajando como Productora Periodística. Pero en los últimos meses, a partir de que nosotros comenzamos a organizarnos y a generar una instancia de asambleas para poder tener una Junta Interna y poder tener algún tipo de paraguas gremial dentro de la radio, comenzaron diferentes secuencias de persecución y hostigamiento y en este sentido resolvieron cambiarme de tareas y me pasaron al manejo de redes sociales.
-¿Cómo fueron las condiciones de laburo durante estos 9 años?
– Al principio nos pagaban con cheques, sin ningún tipo de vínculo laboral. Luego, algunos compañeros pasamos a ser monotributistas y otros compañeros continuaron como becarios durante los 9 años que estuvieron trabajando.
En principio era todo mucho más flexible, porque si bien cumplíamos el horario de 6 horas laborales, nos podían mandar a hacer cualquier tipo de tarea, desde manejar consolas, hacer actividades como productor periodístico o estar al aire. Me acuerdo de haber estado operando los sábados durante 8 horas seguidas o incluso hasta los domingos, no se respetaba ningún tipo de feriados.
Había toda una situación de flexibilización absoluta en términos laborales y de multitarea. Después, con el tiempo algunos de los roles se fueron estableciendo y también nosotros fuimos ganando por ejemplo, de no trabajar los días feriados.
-Podría decirse que La Tecno se alejó del espíritu originario que tenía la radio. Contanos ¿Cuál era el espíritu cuando se creó?
Nosotros al principio entendíamos que era un proyecto de comunicación interesante en el marco de que era una radio que surgía de la Universidad Tecnológica Nacional. No solamente por ser una Universidad Pública, sino también porque cuando uno piensa cómo nació la UTN, que era “la Universidad obrera”, con el espíritu de empoderar a los trabajadores nosotros entendíamos al principio -o por lo menos eso era lo que nos comentaba el director- que iba a ser un espacio donde se le iba a dar lugar a las diferentes luchas obreras, lugar y voz al barrio para difundir sus actividades como pueblo organizado. Claramente, esto en el correr de los años se fue apartando mucho en términos editoriales.
En este contexto, cuando había que poner el cuerpo para operar o para producir, trabajar muchas horas seguidas, lo hacíamos en pos del proyecto de la radio, para que la radio creciera. Con este espíritu estuvimos trabajando gratis mucho tiempo, entendiendo que era un espacio donde se podía dar lugar a diferentes luchas, pero claramente bajo esa excusa, nos estaban precarizando y no solo eso, sino que después el discurso de la radio viró para donde tuvo que virar.
-Ante todo esto, ¿Ustedes intentaron organizarse sindicalmente?
Nosotros fuimos en un primer momento a la UTPBA, pero lamentablemente no tuvimos un respaldo ni un acompañamiento del sindicato. Entonces, a partir de ahí, empezamos a juntarnos con otros compañeros de la misma zona y empezamos a formar el Colectivo de Trabajadores de Prensa de Zona Sur, con el apoyo de los compañeros que ahora están formando el Gremio SiPreBA en Capital, para poder organizarnos y generar una instancia que nos permita tener algún tipo de respaldo gremial. A partir de que se hizo visible dentro de la radio esta organización es que empezaron la mayoría de los hostigamientos, incluso en términos personales, ir a trabajar todos los días 6 horas a un espacio donde te maltratan continuamente, es una situación que de hecho está penada por la ley.
–Judit, vos decías recién que ‘el discurso de la radio viró hacia donde tenía que virar’, ¿A qué te referís con eso?
Nosotros siempre tomábamos en cuenta para difundir en nuestro discurso como radio precisamente algún tipo de despido o persecución, o situaciones donde estaban los trabajadores organizados. Y últimamente es como que eso está mucho más acotado. Se ha notado un cambio de editorial en la radio, se le da espacio a unas cosas y hay directamente otros temas que no salen al aire.
Por el otro lado, tanto el Director de la Radio -que además es el Secretario Académico de la UTN Avellaneda- y el Productor General de la radio, ellos funcionaban como colchón de cualquier tipo de protesta y de organización, la desmantelaba y perseguía, al punto de llamar por teléfono para apretar compañeros o de escribirles un mail para que se lo envíen al director de la radio, en donde por ejemplo, se disculpaban de haber firmado una carta de apoyo a una compañera despedida. Entonces, ellos redactaban el mail y le pedían a los trabajadores que lo enviaran en su nombre.
-¿Cuáles son sus reclamos ahora?
Nosotros el 5 de agosto tuvimos una radio abierta en las puertas de la Universidad, acompañados por muchos trabajadores y trabajadoras de la zona. Agradecemos muchísimo al apoyo y solidaridad de las Comisiones Internas y de las organizaciones sociales.
Y también estuvimos volanteando a los estudiantes para que sepan la situación en la que están trabajando los laburantes de su Universidad. Además le estamos informando a los trabajadores las condiciones en las que están, porque no solamente son los trabajadores de la radio, hay trabajadores en otras áreas de la Universidad que también están como monotributistas.
En los últimos 10 años que nosotros estuvimos trabajando en la Universidad, nunca se visibilizó la situación de precarización a la que estamos expuestos los trabajadores de la UTN, entonces nos parece una instancia muy importante para reflejar esto.
Por otro lado, remarcar la insistencia de que cuando una patronal, sea del Estado o sea Privada, persigue y hostiga a los trabajadores, esto tiene que ser escrachado, no puede permanecer en silencio.
Fuente: www.ctacapital.org, por Valeria Garay.