Denunciamos esta decisión que responde a una actitud de reiterado sectarismo, de un Gobierno que sólo habla con sus amigos.
Por lo tanto, la CTA exige al Gobierno Nacional la rectificación de esta actitud discriminatoria, convocando a un diálogo sincero con todas las voces que representan los derechos de los trabajadores. Llama además a que convoque a discutir a todos los sectores, independientemente de su alineamiento con esta Administración».
«Con esta actitud, que intenta negar la palabra a una Central con más de 20 años de historia en defensa de los derechos de los trabajadores, y que incluso cuenta con el reconocimiento del propio Ministerio de Trabajo, desvirtúa y deslegitima de manera muy grave a un instrumento que debería ser útil para defender los intereses de los trabajadores y proteger sus derechos en el marco de la democracia.