A su juicio, «cuestiones electorales o internas político-gremiales las hubo siempre, pero los paros nacionales se acumulan en los últimos dos años y medio. Lo que el gobierno no ve ni quiere ver es que la Argentina de la creación de empleo y la mejora en los ingresos se terminó».
Para Lozano, «desde el 2012 se ha iniciado una etapa de estancamiento, caída de la actividad industrial, destrucción del empleo, reemplazo de empleo formal por empleo no registrado y cuentapropismo y deterioro del poder adquisitivo. Es en este contexto donde, mas allá de las “cuitas dirigenciales”, existe un “caldo de cultivo” propicio para los paros generales», subrayó.
«El tema no es sólo el Impuesto a las Ganancias sobre los que ganan más de $15.000. La cuestión es que el ingreso promedio de los ocupados es de $6.000 cuando la canasta familiar supera los $15.000 y donde seis de cada diez trabajadores ganan menos de $6.500», indicó el titular del Bloque de Diptuados Nacionales de Unidad Popular (UP).
Y finalizó: «En este contexto un gobierno que defiende una pauta salarial que obliga a resignar la pérdida de poder adquisitivo del 2014, o que cuestiona a los trabajadores aceiteros cuando le reclaman a las cerealeras transnacionales lo que ellas están en condiciones de pagar dado el dinamismo de su actividad, es un gobierno que retrocede respecto a su propia historia y que pretende dominar la inflación, defendiendo las ganancias empresarias y rebajando los salarios».
Fuente: agenciaacta.org