Represión en LEAR y sigue la toma en Tatsa-Emfer
Pablo Abramovich, secretario General de la CTA San Martín-Tres de Febrero explicó que los trabajadores continúan tomando la planta. Al tiempo que informó que se abrió una nueva via de negociación. En LEAR la policía volvió a reprimir salvajemente para disolver una protesta por los cien despidos y más de doscientas suspensiones
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Pablo Abramovich, quien es parte de la nueva conducción electa de la CTA provincia de Buenos Aires señaló que “la planta continúa tomada. Hoy los compañeros fueron notificados de una audiencia en el Ministerio de Transporte que abre una luz de esperanza”.
Interrogado sobre la principal reivindicación de los trabajadores que es la estatización de la empresa señaló que “Emfer es la empresa que tiene la situación más comprometida. El Grupo Cirigliano la tenía para hacerse cargo del mantenimiento de los trenes de las empresas que gerenciaban y así poder quedarse con el negocio completo o en este caso, la totalidad de los subsidios”.
No descartó que una alternativa a la estatización sea que apareciera un grupo económico que garantizara los puestos de trabajo en la medida que el Estado a su vez, se comprometa de derivar trabajo a la compañía.
Recordó además que los trabajadores siguen reclamando el pago de aguinaldo y sueldos atrasados. Como se recordará las últimas inversiones millonarias del gobierno en materia ferroviaría estuvieron dirigidas a la compra de trenes en China, desde donde a pesar de ser de segunda mano, vinieron totalmente reparados.
Versiones en el Ministerio de Trabajo, señalan que la empresa habría sido vendida con la condición de que sea reducido el personal. No obstante, los delegados gremiales sospechan que puede tratarse de una operación que encubre el pase de las acciones a testaferros, en razon del juicio por la Tragedia de Once en la que están implicados los Cirigliano.
Según se publicó en su momento, no poca documentación sobre los subsidios que el Estado entregó a los Cirigliano habría sido quemada en la empresa, poco después de la denominada Tragedia de Once.
En tanto, la situación en Lear no mejora, la Gendarmería cargó contra los trabajadores que protestaban frente a la empresa por los despidos y suspensiones. Perros y carros hidrantes fueron parte de una desmedida escenografía dispuesta para el desalojo de los obreros de la ruta.
Los voceros de los trabajadores volvieron a denunciar al Smata “por la complicidad con los patrones y haber dejado sin respaldo a la Comisión Interna, a la que no dejan entrar en la empresa».
Por Carlos Saglul, equipo de Comunicación de la CTA Nacional