De Isasi: “Debemos construir una alternativa de poder»
A pocas horas de que la CTA elija a su conducción en todo el país, ACTA dialogó con Oscar “el colo” De Isasi. El dirigente estatal se refirió a los principales desafíos que debe asumir la CTA y la importancia de que sea la Central quién lidere el conflicto social en Argentina.
Compartir este articulo:
-¿Cómo marcha la campaña de cara a las elecciones en la Central?
– Estamos planteando el fortalecimiento de la CTA en el territorio bonaerense por dos razones que son fundamentales: la primera es porque lo necesitamos para pelear contra el ajuste que el gobierno quiere profundizar, porque con una CTA fuerte podemos convocar al conjunto del movimiento obrero en esta pelea, que es la clave para poder derrotarlo. La segunda tiene que ver con nutrir a la CTA Nacional de nuestra potencialidad en el territorio bonaerense, que entendemos que es muy importante en la consolidación de la CTA en la etapa que viene. Y bueno, viendo también como esto se convierte no sólo en resistencia del movimiento obrero contra el ajuste, sino también en una alternativa de poder que nos permita gobernar la riqueza que generamos.
-Vos tuviste un gran desafío en los últimos años que tuvo que ver con hacerte cargo después de la ruptura, de la construcción del nuevo momento de la CTA y a la vez enfrentar el ajuste de Scioli ¿Cómo evaluas todo este proceso?
– Tomamos la decisión de aportar todo lo que estuviera a nuestro alcance, para reavivar junto a todas las organizaciones, la organización de la CTA en la provincia de Buenos Aires de manera sistemática. Este proceso se inició con la pelea salarial durante el 2012 y alcanzó su máxima expresión en el conflicto por el aguinaldo, cuando el gobernador buscaba pagarnos en 4 cuotas. Cuando se intentó legislar una Ley de emergencia económica muy similar a la de los ’90 y cuando se hablaba del pago en bonos sobre el final del 2012. Ahí claramente la CTA tomó la responsabilidad de irradiar iniciativas para unificar al conjunto de los gremios y organizaciones bonaerenses, ya sean orgánicos de la Central o no, pero con un liderazgo claro.
-¿Cómo se consiguió esto?
– Entendimos que la unidad y la masividad de la lucha era lo que iba a frenar al gobierno provincial en su intención de hacer un ajuste que debía hacer ese año, para que en el 2013 Scioli se pudiera presentar como una alternativa de cara a las elecciones presidenciales del 2015. Esta fue la clave de que la CTA, con su prestigio acumulado en todos sus años, fuera vertebradora de acciones unificadas. Pero en el 2013, el 20 de abril dimos otro salto cuando hicimos el congreso provincial. Allí decidimos conformar un equipo de trabajo que diera el salto de ser una coordinadora de lucha de los gremios estatales de la Central a un equipo de trabajo que planifique el desarrollo de nuestra acción. Y así nos encontró el 2013 organizando jornadas como lo fue el 10 de octubre cuando miles de compañeros marchamos para pedir que se cambie el rumbo en la política de Estado. Ahora nos encontramos en una nueva etapa. Alguno podrá decir que hay dos CTA pero yo no estoy de acuerdo. Lo que queda claro es que hay una CTA que lidera el conflicto social que crece en Argentina mientras la otra está subordinada a la política del Gobierno.
-¿Cuáles son los desafíos de cara a esta nueva etapa que comienza con las elecciones?
– Ahora el desafío nuestro es transformar esa referencia en poder organizado en el territorio, porque una referencia sin anclaje en el territorio puede transformarse en una cáscara vacía. Por eso creo que el principal desafío es que el 29 construyamos un dato político ¿Cuál es el dato político? Que hay un fuerte respaldo de la mayoría de los afiliados de la CTA a quienes encabezamos el conflicto en Argentina. Y después de eso, el desarrollo de la CTA tiene que avanzar en el territorio: consolidar nuestra presencia en el Estado, fortalecer la tarea de nuestras organizaciones sociales en los barrios y poder incursionar cada vez más en el sector privado.
-¿Qué debe hacerse para construir más CTA en el ámbito privado?
– Para que la CTA pueda controlar el ciclo económico en Argentina, nuestra política tiene que estar en los grandes grupos económicos. Esto es, delegados en SIDERAR, delegados en La Serenísima, en los puertos de Campana, de Lima, de Zárate, de Buenos Aires. Es ahí donde se dirime el problema económico. Y otro desafío que para nosotros es central porque si no los asumimos se convierten en límites: en octubre de 2012 le ganamos a un gobernador en su intento de profundizar el ajuste, pero 65 días después la legislatura votó un presupuesto que nada tenía que ver con la población. El segundo dato es que el 24 de octubre la sociedad castigó a los gobernantes por la falta de salud, educación, políticas de niñez, seguridad y demás. Nosotros fuimos protagonistas en la denuncia de un Estado que no responde a los reclamos populares y quienes capitalizaron electoralmente esta pelea son quienes ahora se están disputando el ajuste que viene. Por lo tanto, nuestro protagonismo nos empuja a la construcción de una alternativa de poder que nos permita direccional al Estado en las políticas que exigimos cuando encabezamos el conflicto social.
-Hacia adentro de la CTA ¿Qué se debe fortalecer?
– Creo que las regionales tienen que ser una de las sabias del trabajo, nosotros en la provincia vamos a elegir 61 regionales, cuando hasta la etapa anterior éramos 58. No todas funcionaban con la vitalidad que exigen estos tiempos. Por eso un gran desafío es que las regionales funcionen con anclaje en cada uno de los territorios, que expresen el conflicto social y que además se vertebre en una política unificada. Avanzar en la consolidación de las regionales es fundamental, fortalecer en el sector privado es clave. Por eso es tan importante el proyecto de libertad y democracia sindical que presentó Víctor, porque no es que los compañeros no quieran organizarse, el problema es que si se organizan lo echan. Por eso es tan importante la pelea por la legalidad en ese sentido. Otra cuestión es una presencia cada vez más permanente en las discusiones nacionales para poder aportar en la construcción de la CTA que necesitamos en este nuevo tiempo. Debe ser una Central que discuta los liderazgos del movimiento popular y para esto se debe plantear con mucha identidad. En cada iniciativa, la CTA debe visibilizar que es protagonista y hacia donde va esa dirección. Porque no sólo estamos para reclamar, sino que los trabajadores estamos dentro de un proyecto de poder que implica una nación donde los trabajadores seamos los protagonistas.
fuente: agenciaacta.org, por Melissa Zenobi, Miguel Aguirre.