De Gennaro: «Desde Macri a Cristina no vamos a permitir que avance la represión»
Esta tarde a las 16, la Central de Trabajadores de la Argentina marchará para expresar el repudio al proyecto de ley impulsado por el Gobierno Nacional para limitar el derecho a manifestarse y para acompañar la presentación del proyecto de Ley de Organizaciones de Trabajadores y Trabajadoras Sindicalizados dirigida a terminar con el Unicato. La concentración se realizará frente a la sede del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para marchar al Congreso de la Nación. ACTA dialogó con Víctor De Gennaro.
-¿Por qué se moviliza la CTA esta tarde?
– Para mí es una alegría muy importante que la CTA ratifique en la calle lo que viene sosteniendo en las distintas propuestas para resolver el drama de la precariedad laboral, esta necesidad de obtener el reconocimiento del 82% móvil para los jubilados en una nueva ley de seguridad social. La posibilidad de acceder a una asignación familiar digna, a terminar con este impuesto que le ponen al salario y sobre todo, avanzar en una propuesta concreta por una nueva ley de libertad y democracia sindical que es la ley de organizaciones de trabajadoras y trabajadores sindicalizados dando cumplimiento a la exigencia de la Corte Suprema de Justicia que, al declarar en reiteradas oportunidades varios artículos de inconstitucionalidad de la actual ley de Asociaciones Profesionales, exige un cambio. Es la única Central, la CTA que presenta un proyecto que apunta a terminar con esta falta de libertad y democracia sindical en la Argentina.
-¿Cuáles son los alcances de este proyecto?, ¿Qué derechos de los trabajadores protege?
– En realidad, parte de la base de que el poder del sindicato y del movimiento obrero está en la organización autónoma de los trabajadores y sobre todo en el lugar de trabajo, dándole potestad fundamentalmente a esa auto organización, algo que es acuerdo en la OIT y que está planteado en nuestra Constitución Nacional que el único requisito para organizar un sindicato es el proceso de registración.
En Argentina, la última ley acordada entre Alfonsín y Lorenzo Miguel ha tenido el sostenimiento del gobierno y los empresarios argentinos, además de ser aceptado por las otras 4 centrales sindicales, fundamentalmente defendiendo el régimen de personería gremial o sea el dedo del ministro de Trabajo para decir que organización le gusta y cual no o a los empresarios privados en donde no se permite la libre organización de los trabajadores en la actividad privada y fundamentalmente la elección de delegados. Como decimos nosotros: te dejan elegir Presidente, gobernador, intendente o concejal, pero a 30 años de recuperada la institucionalidad democrática no se puede elegir delegados sindicales en los sectores de trabajo.
-¿Cómo se gestó este proyecto?
– Este es un proyecto que fue gestado en más de 20 años de construcción colectiva. A partir de la crisis que se produjo a inicios de la década del ’90 con la subordinación de la CGT al gobierno menemista, a la fractura sindical, comenzó un proceso de resistencia que dio origen entre otras cosas a nuestra Central de Trabajadores, primero fue Congreso y después Central de Trabajadores de la Argentina y generó experiencias múltiples que hoy lleva a que haya más de 2700 gremios simplemente inscriptos o en vías de inscripción, que supera ampliamente a los que tienen personería. Experiencias de sindicatos que fueron construyéndose en los ámbitos más disímiles: desde los trabajadores rurales hasta los trabajadores periodísticos, científicos, industriales o estatales y en todos los casos fue construyéndose un consenso de que hay una clase trabajadora que no es sólo la que tiene convenio colectivo sino que es de todo aquel que vive de su trabajo, vivió de su trabajo o quiere vivir de su trabajo.
-¿Entonces?
– A partir de ahí hubo muchas experiencias, entre ellas la de la CTA que tiene más de 20 años, tres generaciones que demuestran que está enraizada en los trabajadores. Ahí fue pariéndose este nuevo modelo. Hubo una audiencia pública que motivó el debate del anteproyecto y casi 8 meses después, debatiéndose en los distintos ámbitos, hemos sintetizado en esta propuesta que se va a presentar. Con el agregado de que en ese tránsito, además de la lucha de los trabajadores, lo que hubo fue cuatro decisiones de la Corte Suprema declarando la inconstitucionalidad de artículos de la ley actual. Sobre todo el último, que apunta al núcleo central que es la representatividad y por supuesto destacanado que no se puede usar a la personería como una forma de discriminación.
-¿Qué otros diputados van a acompañar el proyecto?
– Hay diputados de distintas áreas que están firmando. Además de Claudio Lozano y Antonio Riestra que son parte de nuestro bloque de Unidad Popular, estamos tratando de que lo firme la mayor cantidad de bloques posibles. Sí tenemos la firma de Ricardo Cuccovilo y Juan Carlos Zabalza, del socialismo, Fabián Peralta del GEN y esperamos continuar con otras firmas.
-En otro orden de cosas, ¿qué posibilidades creés que hay para aprobar esta propuesta del oficialismo de sancionar una ley que prohíba o regule las movilizaciones?
– Me parece que es la demostración más clara de debilidad que están teniendo en el oficialismo por el avance en la respuesta de los trabajadores y de los sectores sociales y populares: desde los que estamos por recuperar el salario hasta las organizaciones sociales que como en Malvinas, en Córdoba dijeron no a Monsanto o nuestros pueblos originarios que pelean defendiendo su territorio. Están asustados y como están con susto, intentan legalizar la represión. No sólo rechazamos eso sino que hicimos una audiencia pública muy importante con 9 bloques que firmamos el dictamen donde pedimos el desprocesamiento de los más de 5 mil procesados en la Argentina por luchar a favor de los trabajadores y sus reivindicaciones. Desde esa perspectiva creo que hay que seguir avanzando y no permitir que se criminalice la protesta.
Cuando la Presidenta de la nación decía a comienzos de este año en la inauguración de las sesiones del Congreso que había que hacer como en Estados Unidos, con un corralito en la vereda, aplaudía denodadamente Laura Alonso del PRO de que esa era la mejor manera. Así que desde Macri a Cristina no vamos a permitir que avance la represión.
Fuente: www.agenciacta.org