Comunicado en repudio al asesinato de Rodrigo Simonetti
La muerte de Rodrigo pone en foco la falta de políticas públicas de niñez de la provincia de Buenos Aires y del municipio de La Plata.
Rodrigo murió, no solo por los golpes de su asesino, sino por la falta de políticas concretas desde el Estado. Según las crónicas policiales y declaraciones de funcionarios, a Rodrigo nadie lo buscaba porque sus padres son tan pobres y tienen tantos hijos que no pueden darse cuenta de que falta alguno.
Después de la noticia, el Ministro de Seguridad de la provincia, Ricardo Casal, comenzó a conducir un operativopuerta por puerta. Los fiscales están revisando las cámaras de seguridad, pero – y según el relato mediático- el asesinato fue en un callejón sin cámaras.
Que distinta sería la historia si se hubiese desplegado otro tipo de movimiento de personal y recursos desde el Ministerio de Desarrollo Social, mediante el funcionamiento de los diferentes organismos que deberían haber contenido a Rodrigo. Personas capacitadas que abordaran los problemas familiares interdisciplinariamente, operadores que lo acompañaran para volver a su casa, a la escuela. Pero Rodrigo es el peor de los finales en la falta de aplicación plena de la Ley de Niñez provincial 13.298.
Sin embargo, parece que las lecciones no se aprenden y las políticas de los funcionarios oficiales van encaminadas para otro lado. En el lugar en donde vivía la familia de Rodrigo, Altos de San Lorenzo, hace veinte días Ricardo Casal inauguró una comisaría, junto con otras tres en otros barrios humildes de La Plata. Esta noticia la presentó en la apertura de las capacitaciones a los miembros de los Foros de Seguridad en La Plata, mientras Pablo Bruera sorprendió con la noticia de que había salido la licitación de 5 millones de pesos para colocar más cámaras en la ciudad.
¿De qué sirve una cámara? ¿Puede darle de comer y dormir a un niño? Al parecer estos aparatos no fueron útiles para la vida de Rodrigo que todavía exige respuestas del Estado.
Desde el Foro por los Derechos de la Niñez repudiamos estas medidas punitivas y en sectores claramente seleccionados que se contradicen con la falta de políticas del Ministerio de Desarrollo Social y Secretaría de Niñez, cuyos programas se dictan según las afinidades políticas con los intendentes de cada municipio: así es que hoy el programa Envión no tiene suficiente presupuesto en La Plata y el programa Operadores de calle directamente no funciona en este distrito. Mientras tanto desde la Secretaría de Niñez Provincial retrasan los pagos de cajas chicas a las instituciones del Estado y las becas a los Hogares y Centros de Día. Por su parte la Dirección de Niñez de La Plata contrata personal en negro y mantiene precarios Servicios Locales.
Los problemas se encuentran a la vista de todos, la pregunta es ¿cuántos niños más deberán morir hasta que los funcionarios apliquen efectivamente la ley de Promoción y Protección de la niñez?