En primer término, y sobre la idea que pretende instalar el gobierno de Milei que con la aprobación de una Reforma Laboral se generará empleo genuino, explicó que “el crecimiento económico con creación de empleo no depende de una reforma laboral, sino de políticas económicas. Y el Gobierno está desarrollando políticas que destruyen la economía nacional con la apertura de importaciones, la falta de créditos blandos y la caída del consumo. Esos tres elementos hacen que todos los días cierren fábricas, negocios o quiebren productores pequeños o medianos, donde está el 80% de los empleos. Por lo tanto, si no se corrige esto, la reforma no generará nada de lo que se platea como positivo. Hay estudios hechos que nos muestran que con la actual ley de Empleo, la Argentina ha oscilado entre el 4% y el 40% de desempleo, lo que nos muestra que no es un problema de Ley de Trabajo, sino de política económica”.
Asimismo, desde el gobierno nacional se plantea dar fin con denominada 'industria del juicio'. Y, según de Isasi, esta es otra de las mentiras. “Hay alrededor de 6 millones de trabajadores y trabajadoras no registrados, los juicios representan el 1% de ese total. De la totalidad de juicios, el 80% son de las ART por problemas de salud no cubiertas y no son directamente a la patronal. Lo que ellos llaman 'industria del juicio', es una expresión ínfima teniendo en cuenta a los 6 millones de trabajadores no registrados que están sometidos a fraude laboral”.
Por otra parte, se plantea que se va a dar un proceso de regularización, que se van a inscribir a los trabajadores no registrados. “La realidad es que a partir de la eliminación de multas a aquellos empresarios que tuvieran trabajadores no registrados, que se dio con la Ley Bases, no aumentó la registración, sino que se siguió con la informalidad”, señaló el dirigente. “La incorporación de trabajadores y trabajadoras no depende de la ley laboral, depende de las ventas de las empresas. En un mercado donde cae el consumo, donde los préstamos son de usura, donde se abran las importaciones, las pymes (que son el 80% de los puestos de trabajo) no pueden resolver el aumento de empleo y la registración de los mismos. El problema no son los derechos de los laburantes, sino las condiciones económicas”.
“Está clarito que la reforma está pensada para aquellos grandes grupos exportadores que necesitan abaratar mano de obra con pérdida de derechos para seguir acrecentando márgenes de ganancia, de aquellos que no dependen del mercado interno y de su expansión para el desarrollo, sino del saqueo de nuestros recursos". En ese sentido, “estas reformas no han tenido éxito en ningún lugar del mundo, se han realizado más de 50 reformas de este tenor y todas fracasaron. Trajeron mayor precarización y desempleo”, concluyó.