

En el marco de los 40 años del histórico Juicio a las Juntas Militares, el miércoles 10 de septiembre se realizó en el Salón de los Espejos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata el acto de reconocimiento y entrega de títulos de Doctor Honoris Causa a los jueces que llevaron adelante aquel proceso que marcó a fuego la historia argentina.
Del evento participó Emiliano Hueravilo, Secretario General de la CTA Autónoma Regional La Plata y Director de Derechos Humanos del Consejo Directivo Provincial de ATE, quien remarcó: “El Juicio a las Juntas es la piedra basal de nuestra democracia. Fue posible gracias a la decisión política de Raúl Alfonsín, pero también por la valentía de los testimonios, por el trabajo de los equipos jurídicos y por el aporte fundamental de la CONADEP. Sin ellos, no hubiera sido posible avanzar en verdad, justicia y castigo”.
El panel estuvo integrado por Miguel Berri, Decano de la Facultad; Martín López Armengol, Rector de la UNLP; Julio Alak, docente de la Facultad e Intendente de La Plata; y Federico Storani, docente titular de la misma. También acompañó la jornada el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Fueron distinguidos los jueces León Carlos Arslanian, Ricardo Gil Lavedra, Guillermo Ledesma y Jorge Alejandro Valerga Aráoz. Además, se entregaron reconocimientos póstumos a familiares de Andrés D’Alessio y Jorge Edwin Tolasco.
Hueravilo destacó el valor político y simbólico de la jornada: “Este acto refrenda que en la Argentina los Derechos Humanos son una bandera de todos y todas. Son la base del consenso democrático que nos permitió sostener 40 años de democracia ininterrumpida. Ese es un patrimonio colectivo que tenemos la obligación de defender frente a cualquier intento de retroceso”.
En un contexto de embate negacionista, remarcó que “Hoy el Gobierno Nacional, en la figura de Javier Milei, intenta poner en discusión lo que ya estaba saldado y volver a instalar la teoría de los dos demonios. Frente a eso, nuestra respuesta es clara: fueron 30.000, y el Nunca Más lo defendemos entre todos y todas. Esa consigna sigue siendo el grito más profundo de la democracia argentina”.
La jornada concluyó con un fuerte aplauso en reconocimiento a los jueces y a los familiares de quienes integraron aquel tribunal histórico, reafirmando que el camino de la memoria, la verdad y la justicia es el que sostiene el presente y el futuro de la vida democrática.