

Este jueves la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires otorgó un reconocimiento a la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) en un acto organizado por la presidenta de la comisión de Derechos Humanos Victoria Montenegro. Todo se dio en el marco de los 40 años de la creación de la asociación que nuclea a sobrevivientes de los campos de exterminio de la última dictadura y que cumplió un rol clave en la recopilación de testimonios que fueron pruebas fundamentales para llevar a juicio a los genocidas.
“40 años de la asociación implica hacer un recuento de cómo era la asociación y cómo enfrentamos hoy esta difícil realidad con un gobierno nacional negacionista y reivindicador del genocidio dictatorial” sostuvo Carlos Zaidman, integrante de la AEDD y de la secretaría de Derechos Humanos de la CTA Autónoma Bonaerense.
La AEDD comenzó a conformarse en los albores de la democracia durante las declaraciones que se daban en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) con la idea además de recabar datos hacia el Juicio a las Juntas Militares. “La idea central era poder reunir la mayor cantidad de testimonios y de testigos, en eso se pusieron a trabajar una serie de compañeros, entre quienes estaban Adriana Calvo y Osvaldo Barros” recordó Zaidman.
La labor de la asociación constaba de recabar nombres, lugares, situaciones, represores, para lograr llevar a los genocidas a juicio, “fue un trabajo difícil, arduo, que se empezó haciendo en unas fichas de oficina que se empezaron a guardar en cajas de zapatos, y allí se empezó a acumular un archivo de la memoria que hoy es patrimonio de la UNESCO, declarado como patrimonio universal por las Naciones Unidas” dijo el integrante de la AEDD y de la secretaría de Derechos Humanos de la CTA Autónoma Bonaerense.
Además, con el trabajo del ex detenido desaparecido Carlos Slepoy, que vivía en España, se logró implementar a fines de los años 90 lo que se denomina “Justicia Universal”, que implica que un hecho de genocidio o delito de lesa humanidad pueda ser juzgado en cualquier lugar del mundo. Así, en el marco de la impunidad que constituían las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, comenzaron a viajar testigos a España para entrevistarse con el juez Baltazar Barzón en busca de justicia.
Allí la CTA cumplió un papel clave en aportar una enorme cantidad de archivos con los datos de los trabajadores y trabajadoras que habían sido víctimas del terrorismo de Estado, y de testigos que aportaron pruebas para tener una noción más acabada de lo que había ocurrido en la Argentina durante la dictadura. “Nos costó atravesar los 90, los indultos, ahí nos costó volver a juntar y seguir trabajando el tema de la memoria, la verdad y la justicia. En los 90 había que travesar ese desierto, el mismo desierto que se intenta poner hoy. Desierto fundamentalmente de memoria” Advirtió Zaidman.
El dirigente además hizo referencia a las motivaciones más profundas de la dictadura y las relacionó con el modelo económico del actual gobierno de Javier Milei, “Las causas del genocidio hoy siguen vigentes, no nos olvidemos que la dictadura vino a traer un plan económico muy similar al plan económico que hoy estamos padeciendo por este gobierno, por eso no resulta raro que esta gente reivindique la política de la dictadura, porque viene con las mismas ideas de los que gestaron el golpe, lo sostuvieron y fueron los principales beneficiarios.” Dijo y agregó que “De la pata económica, al día de hoy es ínfima la cantidad de genocidas que fueron juzgados, cuando sabemos que en las propias fábricas y en los lugares de trabajo hubo hasta centros clandestinos de detención, como el caso de la Ford o como fue el mismo Hospital Posadas”
En cuanto a las tareas de la asociación, Zaidman afirmó que “pretende seguir siendo la voz de los que estuvimos detenidos desaparecidos y tratar de ser también la voz de los que no pudieron salir del infierno concentracionario. Hoy la asociación está empeñada en lograr la más amplia unidad del campo popular para enfrentar esta política del gobierno nacional que produce el hambre, la miseria, la desocupación y reivindica la dictadura.” Concluyó