Derechos Humanos | 5 feb 2025
Opinión
A 50 años del Operativo Independencia (OI), la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) rinde homenaje a todos/as y los/as víctimas de aquel nefasto operativo.
11:01 |Con los decretos del gobierno peronista de Isabel 261/75 de febrero de 1975 y luego los 2770, 71 y 72 de octubre de 1975, que extendió la función represiva del Ejército de Tucumán a todo el territorio argentino, se oficializa y asume al Terrorismo de Estado como instrumento político.
Si bien el OI marca el inicio de la nacionalización del terror estatal (desapariciones, torturas y asesinatos, etc.) no podemos ponerlo, como la escena cero del aparato represivo estatal. Hay una continuidad represiva que se va gestando, fundamentalmente, desde el 55 al 75 (Plan de conmoción interna del Estado, CONINTES de Frondizi, reglamentos y disposiciones militares sobre operaciones sicológicas y operaciones contra la subversión urbana, de 1968 y 1969, los propios operativos en Tucumán en 1974, solo por nombrar algunos).
En 20 años las FF.AA. argentinas, a instancias de las clases dominantes crearon un cuerpo doctrinario contrainsurgente nuevo, para la represión a un enemigo interno y la militarización de la seguridad. Este conjunto de leyes, reglamentos y decretos consistentes centralmente en –acción represiva, cívica y psicológica– crean la Doctrina de Seguridad Nacional, que fundó gran parte de sus preceptos en la Doctrina de la Guerra Revolucionaria , con una organización territorial similar al que las tropas francesas aplicaron en Argelia: el país fue dividido en áreas, zonas y subzonas, centralización de lugares de detenidos/as, formación de los grupos operativos, que luego serían los grupos de tareas, etc. La Escuela de las Américas (EEUU), toma esta doctrina y la extiende a toda Latino América En nuestro país es en el OI dónde se aplica esta doctrina plenamente .
El OI fue la respuesta de las clases dominantes y el imperialismo a los 20 años en que el pueblo y todas sus organizaciones, resistían al cambio del modelo productivo que le querían imponer. El OI fue el corolario de lo que se venía pergeñando desde mucho antes, el o enemigo interno como objetivo, no solo fue la guerrilla o los grupos armados, sino como lo demostraron luego la distribución de los CCD y E, y la historia de lucha de cada detenido/a desaparecido/a, de toda la resistencia y organizaciones fabriles, estudiantiles, religiosas y políticas a ese plan de las clases dominantes.
Hoy en Argentina sufrimos un gobierno nacional que niega el genocidio y reivindica a la dictadura, que busca también, la destrucción de la organización y de la solidaridad social para repetir las recetas económicas neo liberales de la dictadura. En este período lo hacen con otras armas, suman a la represión directa, (por ahora centrada en la policía federal, PSA, Gendarmería y Prefectura), la utilización de la inteligencia artificial, las fake news, ejércitos de trolls, etc. acrecentando la acción psicológica contra las fuerzas populares y sus organizaciones, demonizándolas para aislarlas y anular cualquier resistencia organizada.
Se discute en el campo popular cómo llegamos a este retroceso, seguramente las causas sean muchas, pero desde la AEDD estamos seguros de que si se hubiera juzgado y condenado a todos los genocidas, si se hubiera confirmado a través de la justicia como construcción de verdad, la magnitud del genocidio, juzgando también a la “pata” económica, principal instigadora y beneficiaria del OI y del terror dictatorial, hoy a esos grupos económicos no les hubiera sido tan fácil volver al mismo plan económico.
Desde la AEDD intentamos la unidad necesaria, como lo expresó la contundencia de la marcha Antirracista y Antifascista del 1 de febrero, que permita encontrar las formas de organización y resistencias necesarias en estos momentos históricos. Como organismo de derechos humanos peleamos codo a codo con todos y todas las que luchan por la preservación de la memoria, defendemos lo logrado con el fin de que sea la base que nos permita ir por más.
Como sobrevivientes, a 50 años del OI, reafirmamos que reivindicamos todas las resistencias y anhelos de liberación que fueron truncadas por el genocidio. Sabemos por haberlo sufrido que la desarticulación de la organización de todo un pueblo en su conjunto es la vía de entrada a las políticas de opresión y dependencia como las de la dictadura y las de hoy. Los pueblos demoran años en recomponerse. Nuestra lucha fue siempre por llevar a los ejecutores del genocidio a juicio y esto lo hicimos a la par de pelear por los DDHH de hoy. Sigue siendo una lucha desigual ya que intentamos juzgar al sistema que permitió el genocidio desde dentro del propio sistema. Pero hemos logrado victorias importantes y como dijimos de la mano de todo el campo popular seguimos peleando por sostenerla y ampliarlas.