No al cierre del INAFCI. Inmediata reincorporación de los despedidos

Son mas de 900 los trabajadores y trabajadoras de todo el país que están perdiendo su fuente de trabajo, alrededor de 600 en la provincia de Buenos Aires, con el cierre del Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI) en un nuevo avance de la motosierra que ataca a los mas vulnerables y se ablanda con los mas poderosos.

En ese sentido se realizó una jornada de lucha en CABA frente al edificio del Ministerio de Agricultura, donde estuvo presente la CTA Autónoma bonaerense, contra los despidos en el INAFCI y la Dirección de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (DIPROSE), los cuales corren peligro de cierre definitivo. En defensa de la soberanía alimentaria y la libertad de los pueblos. Y en defensa de la única política pública para las y los pequeños productores y agricultores del país.

Oscar de Isasi, secretario General de la CTA-A bonaerense, indicó que «las cosas están claras: de un lado está la entrega, el saqueo y el ajuste a los sectores populares, y del otro quienes planteamos, trabajamos y luchamos por un proyecto basado en la soberanía, el trabajo digno y la producción. Por lo tanto pensamos en un Estado que no sea gendarme de los poderosos, sino que esté al servicio de las mayorías populares».

El INAFCI es la única política pública vigente en Argentina dedicada a profesionalizar y desarrollar al sector que produce hoy entre el 60% y 70% de los alimentos que se encuentran en las góndolas y mesas de los argentinos.

El organismo forma parte de una política nacional que tiene su oficina central en Capital Federal, pero por su lógica territorial cuenta con una delegación en cada provincia (menos Tierra del Fuego) conformada por técnicos profesionales de las ciencias sociales y agrarias, ingenieros, sociólogos, administrativos, etc. que trabajan de forma local para acompañar y ejecutar los proyectos. A través del instituto se formulan y ejecutan proyectos y líneas de financiamiento para pequeños productores, agricultores familiares y campesinos, siempre teniendo en cuenta una mirada integral y de género con el fin de fortalecer el tejido social de las comunidades rurales y mejorar la calidad de vida. Se estima que hasta el momento son cerca de 150 mil los proyectos ejecutados a nivel nacional.

«Tiene un sentido doble estar defendiendo las fuentes laborales, fundamentalmente de las características como las de agricultura familiar, porque no solo estamos defendiendo cientos de trabajadores y trabajadoras que son despedidos y mandados a la marginalidad, sino también defendemos un instrumento que sirvió durante años a los pequeños productores en la Argentina», remarcó de Isasi.

En marzo de este año el gobierno de Javier Milei, anunció el cierre del INAFCI con el despido de 900 técnicos que asisten a 250 mil pequeños productores en todo el país, brindándoles asesoramiento para el cultivo de alimentos y la cría de animales desde un enfoque agroecológico. Colaborando, entre otras tareas, en el acceso a la tecnología y a las mejoras en la infraestructura productiva, en el desarrollo de ferias, en el mantenimiento de sistemas de riego o en la articulación entre las familias productoras y entidades locales como las iglesias, las escuelas y los municipios.

Al respecto de Isasi señaló que «defender los puestos de trabajo en el Estado, exigir la reincorporación de los despedidos, y la continuidad de quienes están contratados, no es solo defender los derechos de quienes pierden la fuente laboral, sino que es luchar por un Estado que esté al servicio del pueblo y en contra de la colonia que quieren imponer».

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