Los Buzos Profesionales logramos cerrar el año con un 41,28 % de aumento
por Nestor Andersen*
Los buzos profesionales nos desempeñamos en los mas variados ambientes. Tanto en actividades industriales como de servicios, cumpliendo tareas y funciones muy diversas, incluyendo las labores de buceo “científico” que se practican en organismos como el Inidep, Conicet o el Cenpat.
Geográficamente, esas tareas se pueden clasificar en “in shore” (trabajo en puertos, ríos, centrales nucleares, cloacas, represas, y las mas variadas obras) y “off shore” (mas allá de las 12 millas náuticas respecto a la línea de la costa, básicamente plataformas petroleras).
Tal es la importancia de las tareas que realiza el buzo profesional que desde el principio de las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio fue declarado trabajador esencial, ya que su labor permite, entre otras cosas, el mantenimiento de diques y represas, la explotación petrolera o la instalación de fibra óptica submarina.
Con motivo de esa diversidad y de que la Cámara que agrupa a las empresas de buceo siguen sin asumir la representación como sujeto único, nuestra negociación colectiva es descentralizada, empresa por empresa. Lo que implica que el sindicato debe afrontar una enorme y exigente labor que nos desafía permanentemente, ya que la realidad salarial y de condiciones de trabajo es muy heterogénea y las empresas están dispersas por gran parte del territorio nacional.
En ese marco, durante el 2020, hemos podido cerrar muchos acuerdos con distintas empresas (Hadal, Boating Service, Raúl Negro, etc), pero teníamos pendiente terminar de acordar los aumentos salariales con la empresa off shore Mohn Drilling, una de las mas grandes del sector y con la cual hemos logrado suscribir otros acuerdos durante el año.
Quedaba pendiente la cuestión salarial, respecto de la cual nos habíamos propuesto un doble objetivo: por un lado, recuperar la pérdida del poder adquisitivo del salario producto de los altos índices inflacionarios; y por otro, avanzar hacia lo que denominamos “recategorización”, que no es otra cosa que un aumento salarial adicional por la profesionalización, la exposición al riesgo y el impacto que la actividad del buceo provoca en el largo plazo en la salud del buzo (el trabajo en ambientes hiperbáricos y la exposición a agentes físicos, químicos y biológicos agresivos ocasiona un deterioro temprano y progresivo que afecta de modo irreversible la salud del trabajador buzo profesional).
Así fue que luego de meses de negociación, hemos logrado suscribir con Mohn Drilling un acuerdo salarial que alcanza al 41,28% de aumento y comprende a todas las categorías de Buzos Profesionales contempladas en la empresa, cualquiera sea la modalidad contractual en la que se desempeñe, es decir, se incluyen tanto los trabajadores permanentes como los “free lance”.
En efecto, en la actividad del buceo profesional un porcentaje de las tareas son desarrolladas por trabajadores “free lance”, es decir buzos profesionales que son contratados temporalmente para la realización de obras puntuales que licitan las empresas y que no pueden ser cubiertas por su personal permanente. En este caso, los trabajadores “free lance” también van a percibir los retroactivos de los aumentos aplicables a los períodos que efectivamente trabajaron aunque al momento de suscribir el acuerdo ya no estaban ligados a la empresa.
De tal manera podemos decir orgullosamente que hemos cumplido aquellos objetivos a los que hacía anteriormente mención y que nos habíamos planteado al inicio de las negociaciones. Falta mucho todavía, pero sin dudas hemos dado un paso enorme en un contexto lleno de dificultades, que nos reafirma en la convicción de que el único camino posible para dignificar la labor del buzo profesional es la organización y actuación colectiva.
* Secretario General de la Asociación de Buzos Profesionales (ABP).
Fuente: agenciacta.org