Situación crítica en los barrios bonaerenses ante la falta de alimentos y elementos de higiene

En los barrios de la provincia de Buenos Aires el aislamiento social, preventivo y obligatorio producto de la pandemia mundial por el COVID-19, resalta la situación de vulnerabilidad y hacinamiento en la que viven miles de personas, a quienes no se les brinda una solución concreta ante la falta de alimentos, de elementos de higiene, y a la falta de ingresos ya que muchos y muchas viven del trabajo diario. Ante esta situación crítica la CTA Autónoma de Buenos Aires exhorta al gobierno provincial que genere los canales donde se facilite el acceso a los alimentos y elementos de higiene para todos y todas las habitantes de la provincia, sin poner en riesgo sus vidas y la de otros.

Ramona Ledesma, secretaria General Adjunta de la CTA-A bonaerense y referente del Movimiento de Acción Popular (MAP-CTAA), informó que en Ezeiza-Esteban Echeverría «estamos garantizando que los comedores puedan funcionar correctamente, para poder paliar esta situación crítica. Así como también le estamos solicitando insumos de limpieza al Ministerio de Desarrollo Social de provincia y nación, de manera que podamos prevenir contagios masivos por falta de higiene». Al mismo tiempo aclaró que «por ahora se está realizando la entrega de bolsones, y los compañeros en los barrios están tranquilos, respetando el aislamiento social».

En el partido de La Matanza Gladys Arrieta, secretaria de Actas de la CTA-A bonaerense y referente del Movimiento Argentina Rebelde (MAR-CTAA), señaló que «no hay plata en los cajeros automáticos, tenemos la plata pero no la podemos retirar. Hablan de cuarentena y después nos hacen recorrer todos los cajeros en busca de plata, porque en los supermercados y almacenes no nos reciben las tarjetas». Y apuntó que «los precios aumentan y no nos dan una respuesta».

«Estamos viviendo una situación muy angustiante. Tenemos el comedor cerrado como todos los movimientos sociales por decisión del municipio», indicó Arrieta. Y señaló que «los que peor la están pasando son los compañeros y compañeras que hacen changas, porque si no cobran nada son familias enteras que quedan excluidas de este sistema, nosotros los ayudamos con alimentos, pero a los movimientos sociales no nos están entregando nada».

Por último relató que «en los barrios hay hambre y desesperación de los padres por darle un plato de comida a sus hijos e hijas, hay mucha gente sin recursos y el municipio no da respuesta. El comité de crisis no está resolviendo que vengan a las barriadas a escucharnos. Necesitamos que abran las escuelas para que nosotros podamos cocinar, nuestra gente necesita viandas urgentes». Además recordó que el COVID-19 no es lo único que arremete en los barrios: «Nos está matando el dengue, ahora el coronavirus, pero lo que más duele es que nuestros hijos y ancianos no comen, porque venimos de años de abandono a nuestra clase».

Asimismo Liliana Fernández, referente de la CTA Autónoma La Plata-Ensenada en el barrio de Abasto, relató que «la situación en el territorio es deprimente, porque la Municipalidad no ha entregado ningún insumo a través de las iglesias en Abasto. Los únicos que entregamos mercadería fuimos nosotros como CTA Autónoma y no alcanzó».

«En Abasto nos pegó muy mal», aseguró Fernández. Y detalló que «la gente tiene mucha necesidad y esto recién empieza. Si no salimos a paliar la situación urgentemente los compañeros no van a poder aguantar, porque no hay plata. Ahora no pueden salir para changuear, y no les ingresa plata para comprar comida». También indicó que desde la CTA-A «hemos pedido kits de limpieza, alcohol, barbijos, guantes y no nos ha llegado nada de eso».

Por su parte Sandra Romo, secretaria General de la CTA-A de Berisso y referente territorial, aseguró que «Berisso no escapa a la realidad que está pasando todo el país. Seguimos con el comedor y la copa de leche, los chicos no asisten pero le damos la leche y las galletitas, o lo que tengamos para darles».

«Es un momento bastante difícil y complejo, y desde nuestra organización damos la contención que podamos. En Berisso tenemos lazos de unidad con otras organizaciones sociales, con quienes unimos criterios y hacemos reclamos en conjuntos, para resistir, porque este es un período de mucha resistencia», relató.

«Compañeros que antes hacían changas con esta cuarentena no pueden, y la situación se empieza a poner bastante dura», confesó Romo. E indicó que «esperaremos que estos nuevos quince días pasen, viviendo el día a día y que el daño para todo el pueblo argentino en cuanto a las muertes sea el menor. En el barrio hay mucha ansiedad de no saber qué va a pasar».

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