La CTA-A acompaña el reclamo de la familia de Gonzalo

Las organizaciones que integran la central como ATE, CICOP, tanto como la Secretaría de Género, respaldan y acompañan al niño TransGénero a quién le fuera negada la atención en el Hospital Sor María Ludovica.

“Nos duele porque sabemos que el hospital es la mejor opción para velar por la salud de nuestro hijo, y vemos que le cierran la puerta por su condición de género”, cuentan Susana y Mauro, sus padres, en un comunicado difundido a la prensa y agregan: “Nos duele porque cada vez que hablamos nos dicen que nuestros argumentos son válidos pero la respuesta es siempre no”.

Con el objetivo de continuar el reclamo por la atención de Gonzalo, hoy se realizó una reunión entre Susana, la Asociación Trabajadores del Estado y la Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires.(CICOP), para evaluar los pasos a seguir. De esta manera, estuvieron presentes las representantes del Departamento de Género de ATE, Valeria Castellanos y Eliana Farias, quién además es trabajadora del Hospital, y Eliana Aguirre, delegada del sector. Y en representación del gremio de profesionales de la Salud estuvieron Ariel LongiñoMartina Iribarne.

Reproducimos a continuación el comunicado de Susana y Mauro (mamá y papá de Gonzalo):

Los​ ​derechos​ ​de​ ​Gonzalo​

“Acá no lo vamos a atender”. La frase nos cayó encima como un martillazo de
realidad. Somos Susana y Mauro, papás de Gonzalo, un niño Transgénero de 12 años. Desde que nuestro hijo pudo poner en palabras su identidad, desde que lo acompañamos a vivir como quien es, fuimos capaces de transformar nuestra realidad más cercana para hacer un mundo más amable para él.

La familia, la escuela, sus profesores y sus compañeros, el Conservatorio y algunos médicos pudieron modificar su mirada, sus registros, sus costumbres, para darle un lugar en el que pudiera sentirse seguro y respetado.

No fue fácil de construir: en cada caso tuvimos que abrir el camino, hablar con muchas personas, apropiarnos de la LEY DE IDENTIDAD DE GÉNERO, difundirla, sensibilizar y convencer.

En muchos casos nos cruzamos con personas que por miedo, ignorancia o convicción prefirieron no ayudarnos. Pero por suerte también, de a poco, fuimos encontrando gente que supo ponerse en nuestro lugar, ponerse en el lugar de Gonza y dar lo mejor de su humanidad para resolver los inconvenientes que surgieran. Como padres, elegimos atender a Gonza y a su hermana en el Hospital de Niños de La Plata desde que nacieron. Su pediatra de cabecera trabajó ahí hasta jubilarse, y también trabajan ahí todos sus médicos especialistas. Es nuestro hospital de referencia ante cualquier emergencia.

Por eso cuando nos vimos en la necesidad de llevar adelante el tratamiento de Gonzalo con inhibidores hormonales, el primer lugar al que decidimos recurrir fue el Hospital. Y por eso la negativa nos duele tanto.

Nos duele porque confiamos en el hospital, en el nivel de sus profesionales, en su compromiso. Nos duele porque nos sentimos parte de la comunidad. Nos duele porque sabemos que el hospital de niños es la mejor opción para velar por la salud de nuestro hijo, y vemos que le cierran la puerta por su condición de género.

Nos duele porque la negativa a atenderlo se repite en cada reunión con los médicos, los directivos del hospital, los responsables del área de género del ministerio de Salud. Nos duele porque cada vez que hablamos nos dicen que nuestros argumentos son válidos pero la respuesta es siempre no.

Las excusas del hospital se repiten: es el primer caso, no estamos preparados, no tenemos equipo, no tenemos experiencia, el servicio de salud mental no tiene la capacidad, vuelvan el año que viene cuando el hospital esté listo.

Pero no es el primer caso, muchos chicos trans se atendieron y se atienden en el hospital de niños usando el nombre de su DNI, soportando la violencia de ser nombrados en un género que no les corresponde, naturalizando esa violencia para poder atenderse.

Creemos profundamente que los equipos no se arman rechazando pacientes. Y que el servicio de salud mental sólo es indispensable si tenemos una visión patologizante de las infancias trans.

Sabemos que el hospital lleva adelante este mismo tratamiento en otros niños de la edad de Gonza, que conocen sus efectos y cómo hacer el seguimiento. Lo que
 cambia en su caso es el motivo, que a pesar de estar contemplado en el Art. 11 de la Ley de Identidad de Género no es considerado válido por el hospital. Como papás nos desesperan estas respuestas, sabemos que este es su DERECHO, que lo están vulnerando y nos preguntamos ¿qué hacer mientras tanto? ¿por qué él no puede ser atendido hoy con las herramientas que tienen en la actualidad?¿no es mejor recibir algún tipo de atención (así sea precaria) que no recibir ninguna?

Hace meses que venimos hablando con distintos médicos acerca del tratamiento y ninguno pudo darnos razones válidas que justifiquen la supuesta complejidad que tiene atender a un niño trans.

Creemos que al final lo que termina siendo específico de la niñez trans es esta puerta cerrada, este miedo, este prejuicio. Le pedimos al Hospital de Niños de La Plata que abra la puerta, que atienda a nuestro hijo como a cualquier otro niño. Que respete su nombre y su identidad de género como expresa la ley, y lo respete como persona como es su derecho. Le
pedimos que deje de ser parte del sistema de exclusión que condena a las personas Trans a la clandestinidad, al ghetto y a la muerte por causas evitables.

Nosotros deseamos que las preocupaciones de nuestro hijo sean si pudo o no tocar esa canción que tanto le gusta, si su amor va a ser o no correspondido, o si va a
llegar a terminar ese trabajo de sociales que tan poco le gusta. No queremos que sus preocupaciones sean que los adultos no sabemos como
cuidarlo, que no sabemos ver más allá de nuestros prejuicios. No queremos que las decisiones de algunos médicos que le coartan su derecho a la salud hagan mella sobre su lucha por su identidad, su integridad, su valentía y su alegría de ser quien es.

Gonzalo y su hermana nos llenan de orgullo y de amor y nos duele encontrarnos con gente a la que le cuesta tanto verlos como personas, con sus sueños, sus frustraciones, sus creaciones y proyectos de vida. Deseamos de corazón que los adultos seamos algo más que obstáculos para los niños.

Susana y Mauro
26/09/17

 

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